La luz que se suministre hoy en las primeras horas de la noche se pagará en el mercado mayorista eléctrico a 95 euros el megavatio-hora (MWh). Para Jorge Fabra, que fue presidente de Red Eléctrica, miembro de la Comisión Nacional de la Energía y ahora es presidente de Economistas frente a la Crisis, «precios de la electricidad por encima de 80 euros tienen aspecto de que detrás hay manipulación». Por ello, reclama una investigación urgente de la Comisión Nacional de Mercados y la Competencia (CNMC). Hay precedentes de manipulación, recuerda: hace un año se impuso una sanción a una eléctrica en una situación similar a la de estos días, con el precio de la luz disparado. El ministro de Energía atribuye esa subida de precios sobre todo a factores meteorológicos: alta demanda por el frío y producción cara porque las centrales baratas —eólicas e hidráulicas— producen poco por falta de viento y lluvia, además de la paralización coyuntural de un buen número de centrales nucleares en Francia. Jorge Fabra reconoce la influencia de esos factores, pero se pregunta por qué hay muchas centrales de gas paradas en España estos días: «Llama la atención que con estos altos precios tengamos paradas de generación de ciclos combinados con un bajo funcionamiento. ¿Qué pasa, que no tienen gas las compañías eléctricas?». El resultado, explica, es que «los precios los están fijando los ciclos [combinados] más ineficientes». Es decir, las centrales de gas natural que producen electricidad más cara. Fabra reclama no ya un informe de la CNMC, como ha pedido el ministro de Energía, sino una investigación concreta sobre estos hechos. «Creo que es urgente que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia abra un expediente para investigar que está pasando en el mercado de la electricidad», añade. Desde hace años, el presidente de Economistas frente a la Crisis reclama también la reforma del mercado eléctrico mayorista para que no haya un precio único, el más caro, para toda la luz que entra al sistema en cada hora. No parece que el gobierno tenga ningún plan para cambiar las cosas. El ministro Álvaro Nadal no ha dicho nada al respecto. Pero Jorge Fabra insiste en que las centrales deberían competir por tecnologías: hidroeléctricas entre sí, lo mismo que las nucleares, de carbón, o de gas natural, de forma que se fijase un precio distinto para cada una de estas tecnologías, más próximo a sus costes reales de producción. «Eso revelaría cuál es el coste de cada una de sus centrales y eso implicaría —destaca— que los consumidores pagaríamos cada año entre 2.000 y 3.000 millones de euros menos».