Empeñados por el Párkinson
Es el lema con el que celebra el Día Mundial la Federación Española de Párkinson; una llamada de atención con la que reclaman más dinero para investigar esta enfermedad que afecta a unas 160.000 personas en España (6 millones en el mundo)
Madrid
Hace 200 años que James Párkinson, un médico británico, describió la enfermedad que hoy lleva su nombre. El doctor no examinaba a sus pacientes, se limitaba a observarlos. Eso le permitió describir los síntomas de seis enfermos que recogió en el Ensayo sobre la parálisis de Shalking. Décadas después fue un médico francés quien dio el nombre de Párkinson a esta enfermedad neurodegenerativa, crónica, invalidante y aún sin cura que afecta a más de seis millones de personas en el mundo.
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Desde que Párkinson describió los síntomas se han dado pasos importantes pero siguen sin conocerse las causas de la enfermedad, tampoco se sabe cómo prevenirla ni cómo curarla. De forma simple, se puede decir que el Párkinson se produce por la muerte de, entre otras, unas neuronas llamadas dopaminérgicas, las encargadas de producir la dopamina, un neurotransmisor muy importante para la función motora. La enfermedad daña algunas zonas del cerebro responsables del movimiento. Por esta razón, entre los síntomas más evidentes, están los temblores o movimientos no voluntarios, la ralentización de todas las actividades, incluso del habla.
Además de los síntomas evidentes como los temblores, la torpeza o la lentitud al hacer actividades cotidianas, otro de los síntomas que puede acompañar a esta enfermedad es la depresión. Los expertos estiman que entre el 30 y el 50 % de los enfermos acaban en mayor o menor grado sufriendo un proceso depresivo. Jaume Kulisevsky, neurólogo del Hospital Sant Pau de Barcelona considera que sólo una pequeña parte de los enfermos de Párkison reciben el tratamiento adecuado cuando padece depresión.
Esta enfermedad puede empeorar notablemente la calidad de vida de quien la padece y de sus familiares. Además, no afecta a todas las personas de la misma forma, se desarrollan distintos síntomas, diferentes respuestas a los tratamientos farmacológicos y el mal evoluciona a distinto ritmo en unos pacientes que en otros. Médicos, enfermos y científicos comparten que sólo la investigación puede ganar la partida a esta enfermedad. Sin embargo, según el Libro Blanco del Párkinson publicado en 2015, el 98% de los profesionales tenía problemas para acceder a los recursos financieros para investigar.
- mentiras y verdades del párkinson