Trump amenaza al exdirector del FBI para que no filtre información a la prensa
El presidente de Estados Unidos amenaza también con cancelar las ruedas de prensa de la Casa Blanca
Washington
El presidente Trump advierte a James Comey, el director del FBI despedido esta semana, que “más vale que no haya grabaciones de sus conversaciones antes de que empiece a filtrarlas a la prensa”. Donald Trump pidió al jefe del FBI lealtad en una cena en la que estaban los dos solos, a finales de enero. Comey no se la dio pero se comprometió a ser honesto. A partir de ahí se puso en el punto de mira del presidente.
Trump amenaza también con acabar con las ruedas de prensa de la Casa Blanca ante la avalancha de críticas que está teniendo por las versiones contradictorias que está dando su equipo sobre el despido de Comey.
El martes pasado, en la carta a través de la que notificó el despido, Trump argumentaba que seguía las recomendaciones del fiscal general, Jeff Sessions, para cesar a Comey por su mala praxis en el asunto de los emails privados de Hillary Clinton. El miércoles, el vicepresidente repitió este argumento. El jueves, en una entrevista en la NBC, Trump dijo que, independientemente de las recomendaciones, quería despedir a Comey desde el principio porque es “un fanfarrón” pero pensaba que iba a crear confusión entre los estadounidenses. También aseguró que Comey no tenía el apoyo del FBI. El número dos de la agencia echó abajo este argumento ante el Comité de Inteligencia del Senado, asegurando que el exdirector de la agencia “tenía y tiene” un amplio apoyo dentro de los servicios de inteligencia.
A pesar del terremoto político la independencia de las instituciones sigue en pie. El Senado continúa con la investigación de la trama rusa y ha citado a Comey para comparecer la semana que viene a puerta cerrada. También declarará el general Michael Flynn, el asesor de seguridad nacional que Trump tuvo que cesar cuando salió a la luz sus cobros del gobierno ruso y sus mentiras sobre su contacto con el Krémlin.
Mientras Trump sigue defendiendo que todo este culebrón está montado por los demócratas, que no reconocen que han perdido las elecciones. El presidente asegura una y otra vez que ni él ni su equipo están coludidos con los rusos y que espera que las investigaciones que hay en marcha en el FBI y en el Congreso lo demuestren pronto.