Susana Díaz y Javier Lambán darán la batalla por los delegados del Congreso

Madrid

Celebradas las primarias, la unidad de acción de los barones se deshace y cada uno se mueve ya en función de sus intereses territoriales. La propuesta de Pedro Sánchez de conformar listas únicas en las provincias para elegir a los delegados del 39º Congreso Federal del PSOE ha tenido buena acogida entre algunos dirigentes territoriales que apoyaron a Susana Díaz y que perdieron con claridad en sus federaciones (Asturias, Extremadura, Castilla La Mancha o Valencia) mientras que en Andalucía y Aragón se resisten a este pacto por arriba. Cuentan con que tienen asegurada la mayoría en sus territorios. El PSOE andaluz defiende que ya "todos" son de Pedro Sánchez y por tanto no cabe una negociación "entre bandos", al tiempo que el presidente aragonés, Javier Lambán, considera que "inhabilitar a los militantes para elegir a los delegados no es excesivamente democrático" y que los militantes tendrán que elegir a los compromisarios igual que eligieron al secretario general.

A partir de este miércoles empieza a votarse en las asambleas locales a los delegados que participarán en el cónclave federal de los días 17 y 18 de junio. El procedimiento habitual marca que se presenten tantas listas como se considere oportunas y que, a partir de un suelo de apoyos del 20%, el reparto de los delegados de cada provincia sea proporcional al número de votos. Pedro Sánchez se impuso con claridad en las primarias del domingo, pero no controla la mayoría de los aparatos provinciales. Dado que la lista que se vota en esos congresillos parte de las direcciones provinciales (tras las votaciones en las asambleas locales), para los de Sánchez resulta mucho más cómodo pactar listas únicas que articular un proceso de presentación de listas paralelo que no le garantiza la mayoría de delegados del congreso: una cosa es votar a un secretario general y otra cosa es elegir, con claves locales, a tus representantes.

La consigna que ha dado Sánchez a los suyos, por tanto, ha sido que busquen la integración en los territorios y que se conformen listas únicas. En Asturias, el acuerdo ha sido inmediato y en territorios como Comunidad Valenciana, Extremadura o Castilla y León se está trabajando en la misma dirección. En todos los casos, sus presidentes autonómicos han visto como les pasaba por encima la ola Sánchez en las primarias y, ahora, con los congresos regionales a la vuelta de la esquina, solo aspiran a que el agua no les llegue al cuello en sus federaciones y que las bases no vayan a votar contra sus líderes regionales.

Los argumentos son los mismos en todas las federaciones.

Respetar los resultados

En Extremadura, el presidente Guillermo Fernández Vara ha lanzado una consigna: "intentar llevar listas consensuadas y de integración". Argumenta que el número de los delegados de Badajoz y Cáceres debe ser "una fiel y proporcional" representación de lo reflejado en las urnas a pesar de que, distintas fuentes consultadas consideran que, sin pacto, votando listas separadas, los afines a Fernández Vara podrían quedar por delante en delegados. Tampoco en la Comunidad Valenciana se va a plantear batalla en la elección de los delegados: ambos sectores apuestan por una lista única y los seguidores de Susana Díaz también parecen dispuestos a respetar los porcentajes obtenidos en las primarias. En esa misma línea, la consigna a los cinco secretarios provinciales de Castilla La Mancha ha sido buscar el acuerdo. Están negociando ya también las provincias que estuvieron al lado de Susana Díaz en Castilla y León, la dirección provisional de Galicia y el PSOE de Cantabria también apoyan la iniciativa. En Murcia, según fuentes de las tres candidaturas, apoyan una lista de unidad aunque sin tener en cuenta los porcentajes de las primarias (hay que tener en cuenta que la opción que apoyó el aparato murciano, Patxi López, se quedó en tercera posición).

"Ya no hay bandos"

Ni Andalucía ni Aragón quieren entrar en esta estrategia. "Ya todos somos de Pedro, ya no hay bandos", sostienen fuentes cercanas a Susana Díaz que entienden que reproducir el esquema de las primarias a los congresillos es no aceptar que Sánchez ya ganó y que ahora es el secretario general de todos y no sólo de quienes le votaron. Según ese planteamiento, Díaz se reunió este lunes, nada más regresar de Madrid, para preparar el congreso con sus ocho secretarios provinciales y allí no trasladó la consigna de pactar listas únicas. El PSOE andaluz dejará que la dinámica en las asambleas locales y los congresillos sea la de siempre y que, por tanto, se traduzca en dos listas la división interna del partido, en este caso en favor de Susana Díaz que tiene la mayoría en su federación. El sistema de votación le beneficia además porque en las asambleas en las que los afines a Pedro Sánchez tenga un porcentaje inferior al 20%, todos los delegados se le atribuirán a la otra lista.

Lambán pide "lealtad mutua"

Javier Lambán también controla su federación (perdió por poco en las primarias) así tampoco él quiere ceder posiciones en el congreso, entre otras cosas porque de la configuración del cónclave depende luego la del Comité Federal, que es el órgano con mayor capacidad de decisión en el PSOE entre congresos.

Esa es la principal motivación de esta defensa de las posiciones porque no hay margen alguno para tumbar la Ejecutiva federal que proponga Pedro Sánchez: los estatutos establecen que no hay posibilidad de votar en contra de ella. En el peor de los escenarios, saldría adelante con un débil respaldo si hay muchos votos en blanco, aunque el 50% de votos de la militancia que apostó por Sánchez legitimarían sus decisiones.

El presidente de Aragón, al igual que la de Andalucía, promete en cualquier caso lealtad al secretario general para levantar al PSOE. Eso han dicho ambos en sus declaraciones públicas en las últimas 48 horas. "Pedro Sánchez cuenta con mi lealtad y de los socialistas aragoneses y a la vez para recuperar una fraternidad real es fundamental que la lealtad sea mutua", ha lanzado hoy Lambán.