Trump se prepara para defenderse en la trama rusa
Donald Trump elige a Christopher Wray como nuevo director del FBI. El presidente pretende devolver la credibilidad a la institución y la independencia a la investigación horas antes de que James Comey comparezca en el Senado
Christopher Wray es el nuevo director del FBI
Washington
El presidente ha elegido al nuevo director del FBI, Christopher Wray , que trabajó en el Departamento de Justicia durante la administración de George W. Bush y en los últimos doce años representaba a un prestigioso bufete de abogados, King & Spalding, en Washington y Atlanta.
El anuncio lo ha hecho a primera hora de este miércoles, vía Twitter, donde asegura que elige a un hombre “de credenciales impecables” para dirigir la Agencia.
No es casualidad que el anuncio llegue hoy. Solo unas horas antes de que James Comey, el anterior director del FBI despedido por el presidente, comparezca públicamente en el Senado sobre la trama rusa y la posible colusión con equipo del presidente durante la campaña electoral.
Hoy es el turno del director de Inteligencia Nacional, a quien según cuenta el Washington Post, Trump pidió que mediara para que Comey frenara la investigación a Michael Flynn, el asesor de seguridad nacional que tuvo que renunciar por mentir sobre sus conversaciones con el embajador ruso. Antes, Trump lo intentó con el propio Comey, en una cena en la que estuvieron los dos solos y que han revelado a los medios fuentes cercanas a él.
Un día después de que Trump presionara al exdirector del FBI, Comey acudió al fiscal general, Jeff Sessions, y le pidió no volver a reunirse a solas con Trump, creyendo que este protegería a la agencia de inteligencia de la interferencia del presidente. Pero Sessions no le garantizó nada.
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Sessions está ahora en el punto de mira de la Casa Blanca. Recientemente ha presentado su dimisión y Trump la ha rechazado. Su desconfianza en el primer senador que le apoyó como candidato republicano empezó en marzo, cuando Sessions se auto apartó de la investigación de la trama rusa, notificándoselo a Trump solo unos instantes antes de hacer el anuncio. La razón era contundente: Sessions ocultó al Senado dos reuniones con el embajador ruso en Washington durante la campaña electoral. El fiscal general intentó con ese movimiento traer transparencia a la investigación pero ha traído turbulencias a la Casa Blanca. El fiscal general adjunto, Rod Rosenstein, se hizo cargo de todo lo relacionado con la trama rusa y nombró a un fiscal especial independiente para llevar la investigación abierta por el FBI sin avisar previamente a la administración.
En los últimos días Trump se ha mostrado más desafiante y desconfiado que nunca, tuiteando lo que le viene en gana, contradiciendo a su propio equipo, criticando al alcalde de Londres tras los atentados o cargando contra el departamento de Justicia por el veto migratorio, mientras acusa a los medios de publicar “fake news”, noticias falsas, que son todas las que no le son favorables.
Mañana seguramente sea otro de los días en los que Trump cargue contra los medios y diga que la investigación de la trama rusa es “la mayor caza de brujas de la historia de Estados Unidos contra un presidente”. Mañana verá la comparecencia de Comey mientras el comité del Senado intentará dirimir si Trump intervino en la investigación, una de las principales amenazas a su presidencia: que sea acusado de obstrucción a la justicia.