La Casa Blanca nombra a un independiente para investigar la trama rusa en medio de la crisis de gobierno
Robert Mueller, exdirector del FBI respetado por republicanos y demócratas, acepta liderar la investigación. Donald Trump dice que demostrará que "no hay colusión" entre su equipo y Moscú
EEUU investigará el papel de Rusia en las elecciones.
Washington
El Departamento de Justicia ha nombrado a Robert Mueller investigador especial para dirigir las pesquisas sobre la interferencia de Rusia en las elecciones estadounidenses y los vínculos entre el equipo de campaña de Trump con funcionarios rusos. La gestión de esta trama por parte de la Casa Blanca ha incendiado el gobierno Trump en los cuatro meses que lleva en el cargo. El nombramiento de Mueller llega como un bálsamo para un presidente que ha estado a punto de quemarse.
Más información
- Trump, tras el escándalo del FBI: "Ningún político en la historia ha sido tratado peor o de forma más injusta"
- Putin, dispuesto a entregar la transcripción del encuentro con Donald Trump
- Trump pidió a Comey que cerrara investigación sobre Flynn
- Donald Trump revela información clasificada al gobierno ruso
Robert S. Mueller, que fue fiscal federal y director del FBI entre 2001 y 2013, ha aceptado el reto. La jugada representa una concesión de la administración Trump a los demócratas que pedían una investigación independiente desde hace días. Mueller goza de una excelente reputación entre los dos partidos, conoce la agencia de inteligencia a la perfección y tendrá autonomía en su investigación.
Los republicanos también respiran aliviados después del caos que desató el despido fulminante, la semana pasada, del director del FBI James Comey, y una sucesión de revelaciones que han puesto a Trump entre las cuerdas; como pasar a Rusia información clasificada antiterrorista o, sobre todo, las notas privadas de Comey que aseguran que el presidente le pidió que cerrara la investigación sobre su ex asesor de seguridad nacional, Michael Flynn, cesado por mentir precisamente sobre su conexión con Moscú.
El presidente Trump ha dicho en un breve comunicado que “esta investigación confirmará lo que ya sabemos –que no ha habido colusión entre mi campaña y ninguna entidad extranjera”.
El nombramiento de Mueller alivia las dudas que sobrevuelan este gobierno sobre si tiene la capacidad (y la intención) de investigar la trama rusa y sus ramificaciones. Está autorizado a perseguir cualquier delito federal que derive de la investigación, como el de obstrucción a la justicia del que se ha acusado a Trump en las últimas horas. Mueller responderá ante el fiscal general adjunto, Rod Rosenstein, que en un comunicado aseguró que este nombramiento “no supone reconocer ningún delito ni la persecución de nadie”, sino que por las “circunstancias excepcionales y el interés público”, se requiere un investigador especial para que el pueblo estadounidense confíe totalmente en los resultados. Rosenstein tiene esta competencia después de que el fiscal general, Jeff Sessiones, fuera recusado de cualquier aspecto relacionado con la trama rusa por haber ocultado al Senado conversaciones con el embajador ruso en Washington.
Las investigaciones en la Casa de Representantes y en el Senado siguen en marcha. Los directores de los comités competentes han solicitado al FBI las grabaciones, notas personales y transcripciones de las reuniones entre Trump con Comey, después de que se hicieran públicos los apuntes del exjefe de los servicios secretos en los que asevera que el presidente le pidió que cerrara el caso Flynn.
Mientras, la Casa Blanca sigue con el proceso para sustituir a Comey. El nuevo director del FBI se espera que sea nombrado antes del viernes. Hay cuatro candidatos sobre la mesa: un exsenador demócrata que se volvió independiente, un exgobernador republicano; el número dos del FBI y actual director interino y otro oficial de los servicios secretos.