El Arsenal logró este domingo el primer título de la temporada en Inglaterra, la Supercopa, frente al Chelsea con un 1-1 inesperado en el minuto 81, sin ningún fallo en la tanda de penaltis y con los dos lanzamientos fuera de Álvaro Morata y Thibaut Courtois en una final decidida por los errores. Hubo demasiados, repartidos entre el actual campeón de la Liga y el vigente ganador de la FA Cup, para dos equipos que aspiran a competir por la «Premier» esta campaña, desde los primeros minutos hasta los tiros desde los once metros -en esta edición no había prórroga-. La «Community Shield» la ganó el Arsenal, porque cometió menos en el tramo final. Marcados por ausencias transcendentes en sus estilos para el partido -sin el chileno Alexis Sánchez ni el alemán Mesut Ozil el Arsenal y sin el belga Eden Hazard ni el francés Tiemoué Bakayoko el Chelsea-, con Álvaro Morata suplente de inicio en los «blues», y con dos planes diferentes entró en juego el primer título de la campaña. Ninguno de los dos equipos están aún en un estado óptimo, los dos cometieron errores atrás impensables en cuanto avancen los meses de esta temporada, por momentos intercambiaron imprecisiones, y aún afinan su mejor nivel para este curso. Mientras lo encuentran, el Arsenal ya tendrá la certeza que da un título; el Chelsea, aún no. El partido, el resultado y los goles se explican desde los fallos colectivos o individuales. Hubo unos cuantos en los dos áreas en el primer tiempo, como también en el 0-1 del Chelsea, en el minuto 46, de Víctor Moses, en un saque de esquina, tras un despeje y en una jugada insustancial hasta que Gary Cahill cabeceó hacia el área. Entre la indecisión de la defensa del Arsenal, ni para salir, antes, con toda la determinación hacia el rechace ni para lanzar el fuera de juego o acechar después el regreso de la pelota al área, apareció Víctor Moses, el más listo de todos a la espalda de la zaga de Arsene Wenger. Controló con el pecho y batió solo a Petr Cech. Un despiste clave como también lo fue el empate del Arsenal en el minuto 81. En unos segundos, el Chelsea perdió a un hombre, Pedro Rodríguez, imprudente y expulsado por una entrada dura al tobillo de Elney, y su ventaja en el marcador en el saque de esa misma falta, cabeceada por Saed Kolasinac sin oposición ante Courtois. Otro error, otro gol y empate, inesperado, quizás, porque desde el 0-1 del Chelsea sólo había habido una ocasión clara del Arsenal en media hora, el disparo de Xhaka al que voló Courtois, y que rearmó al bloque dirigido por Arsene Wenger, aliviado en la última jugada, cuando el título estuvo en la cabeza de Álvaro Morata, en el campo para el última cuarto de hora en su estreno oficial «blue». Su remate en el minuto 92 se fue fuera, directo ya a los penaltis -no había prórroga en esta edición de la Supercopa de Inglaterra- y al título para el Arsenal, que marcó los cuatro lanzamientos que tiró por los dos fallos en tres disparos del Chelsea: el portero Courtois mandó fuera uno y Álvaro Morata erró el otro.