La Fiscalía pide al Supremo que confirme la condena de un profesor por abusos sexuales
Tanto el Ministerio Público como la defensa de dos de las cinco víctimas de este exprofesor del colegio San Buenaventura de Madrid piden al Supremo que convierta en firme la condena de casi 20 años de cárcel por delitos de abusos sexuales
Madrid
Tanto la Fiscalía como la defensa de varias víctimas han pedido ya al Tribunal Supremo que confirme la condena de casi veinte años de cárcel impuesta a un profesor de un colegio de Madrid por abusar sexualmente de cinco niñas a las que daba clase. Ministerio Público y acusación impugnan el recurso que interpuso la defensa del entonces docente del colegio San Buenaventura, que en caso de ser confirmada por el alto tribunal implicará su ingreso en prisión durante un máximo quince años.
La Audiencia Provincial de Madrid, tal y como desveló en exclusiva la Cadena SER, condenó a diecinueve años y medio de cárcel a este ya exprofesor del colegio San Buenaventura, centro del barrio madrileño de Lucero: los jueces consideraron probado que abusó sexualmente de cinco alumnas menores de trece años, en diferentes episodios de tocamientos perpetrados con la excusa de hacer “masajes” y “técnicas de relajación”.
La sentencia también condenaba al centro concertado a hacerse cargo de las indemnizaciones de las víctimas en calidad de responsable civil subsidiario.
<p>La Audiencia Provincial de Madrid condenó a casi 20 años de cárcel a este profesor, además de a indemnizar a sus cinco víctimas</p>
Tanto Fiscalía como acusación se inclinan directamente por inadmitir la decena de puntos que la defensa del acusado planteó en su recurso ante el Tribunal Supremo: la fiscal Consuelo Madrigal califica de “débiles” algunos argumentos de defensa del docente y asegura que los testimonios de las diferentes niñas suponen una “corroboración recíproca” de los tocamientos a los que las estuvo sometiendo.
"Un mal pretexto"
En su recurso, la defensa del profesor condenado renunciaba a varios de los motivos que esgrimió en un primer momento y ponía hasta nueve argumentos encima de la mesa: afirma su abogado, entre otras cosas, que los testimonios de las niñas son "absolutamente insuficientes", acusando a las niñas de ser incapaces de situar "en tiempo y espacio" las agresiones y reprochando a la Audiencia Provincial de Madrid que ignorase "testigos de descargo" como por ejemplo varios niños y profesores que, según su versión, avalarían su inocencia.
Argumentos que rechaza de plano la fiscal Consuelo Madrigal, pidiendo al Tribunal Supremo que directamente inadmita el recurso pero pronunciándose sobre el fondo del asunto: "Ni existió ni se ha constatado razón alguna de odio, animadversión o antipatía de ninguna de las niñas o sus entornos hacia el profesor", dice la fiscal sobre las alegaciones del condenado sobre los encontronazos que tuvo con una de las víctimas.
En algunos casos, la Fiscalía califica de "muy débiles" los argumentos de defensa del profesor condenado, y es especialmente contundente cuando su abogado asegura que tocar a una niña por la zona del pecho "resulta compatible con otras justificaciones" y no necesariamente con el abuso. La representante del Ministerio Público califica este argumento de "completamente desechable" asegurando que ni un masaje ni una técnica de relajación "hubieran explicado y menos aún justificado o servido de contexto al contacto físico, manoseo o masaje por parte de un profesor en ninguna zona del cuerpo de sus alumnos". Todo fue, según la Fiscalía, un "mal pretexto para propiciar la intimidad física, el contacto y finalmente, los tocamientos con sus alumnas".
Indemnizaciones proporcionadas
Tanto la Fiscalía como la defensa de dos de las niñas, ejercida por el abogado Santiago Luengo, rechazan también, por ejemplo, que se le hayan impuesto condenas demasiado altas, que la medida de libertad vigilada impuesta además de la cárcel sea desproporcionada o que las indemnizaciones de las víctimas, que suman en total más de 50.000 euros, sean excesivas. "Distan mucho de ser desproporcionadas", dice por ejemplo la Fiscalía, rechazando que los cuatro años de proceso judicial constituyan una dilación indebida.
La defensa de dos de las víctimas asegura en su escrito de impugnación que las niñas se expresaron "con claridad y sin cortapisas", destacando que la defensa del condenado pudo realizar todo tipo de preguntas durante el juicio y calificando de "execrable" que, como destaca la sentencia, se aprovechase de su posición como profesor para abusar de las niñas.
Casi veinte años de cárcel
Después de los informes preceptivos impugnando el recurso del profesor, el caso está ya en manos del Tribunal Supremo, último escalón de la Justicia ordinaria. En caso de ser confirmada la condena, el profesor tendría que ingresar en prisión con un horizonte de quince años de cumplimiento máximo entre rejas.
La sentencia también condenó al colegio concertado San Buenaventura a hacerse cargo de las indemnizaciones en calidad de responsable civil subsidiario: desde el centro, tras conocerse la condena del docente, la dirección destacó en todo momento las medidas cautelares tomadas tras las primeras denuncias y apartándole de las aulas.