Diego Pablo Simeone sabe que los partidos se juegan también desde la banda. Lo demostró una vez más en Balaídos, donde su equipo ganó este domingo con un gol del francés Kevin Gameiro. Cuando el tiempo reglamentario había terminado y estaba a punto de concluir también el periodo de prolongación, el técnico se dio la vuelta para pedir a sus jugadores y asistentes que le ayudaran a apretar al árbitro para que pitara la conclusión del encuentro.