La madre y el hijo, separados desde hace más de 6 meses, hablan por primera vez
La videoconferencia entre Oumo y Adramane, de 25 minutos, se produjo tras más de medio año sin contacto alguno
Madrid
El área del menor de Melilla ha accedido finalmente a que una madre y su hijo, que llevan separados más de 6 meses, puedan mantener contacto por videoconferencia. Llegaron a nuestro país en dos pateras distintas y, desde entonces, están internados en centros distintos: ella, en la Península, y el pequeño de 4 años, en Melilla. Es una medida provisional porque de momento el Ejecutivo les sigue negando la reagrupación familiar.
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Tras el requerimiento del Tribunal de Estrasburgo que daba de plazo a España hasta este jueves para explicar por qué mantenía separados a madre e hijo, además de solicitar medidas para que tuvieran contacto de manera inmediata, el área del menor de Melilla, donde fue llevado el niño tras ser recatado en patera, y donde asumieron la tutela del niño, lo ha permitido de manera provisional.
Este miércoles se ha producido el primer contacto. Fueron 25 minutos en los que el pequeño Adramane no paraba de llamar a su madre a través de la pantalla, la de la videoconferencia con la que mantuvo el primer contacto con su madre después de más de medio año en España y de que el área del menor de Melilla les negara hasta ahora incluso hasta una llamada telefónica. Las ONG que apoyan a esta madre marfileña La Merced Migraciones y Womenslink realizaron múltiples requerimientos, acudieron a los jugados de Melilla o al Defensor del Pueblo que a su vez exigió a las autoridades de la ciudad autónoma que facilitaran el contacto.
El requerimiento del Tribunal Europeo de Derechos Humanos que daba de plazo hasta este jueves a España para recuperar el contacto de Oumu con su hijo ha hecho que la ciudad autónoma ceda al fin.
Según ha podido saber la Cadena SER, de momento el director del centro de menores ha establecido tres videoconferencias a la semana para regular de momento ese contacto, aunque no hay nada por escrito. Una vez que España ha enviado su respuesta a Estrasburgo, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos podría exigir más medidas para que se produzca la definitiva reagrupación familiar.
