Granados advirtió a Marjaliza de que la UCO estaba en su "puerta haciendo cosas"
El que fue secretario general del PP madrileño llega a la Audiencia para su declaración después de escuchar ayer las explicaciones de los guardias civiles Caro Vinagre y Talamino: la Fiscalía pide 3 años de cárcel para cada uno
Granados ha reconocido al comienzo de su declaración que tuvo una cuenta bancaria en Suiza.
Madrid
Francisco Granados ha llegado a la Audiencia Nacional a las nueve menos diez de la mañana, en la segunda sesión del juicio por el chivatazo de la trama Púnica: su interrogatorio como acusado esta previsto para primera hora de esta mañana después de que ayer compareciesen los guardias civiles acusados de informarle de que la Unidad Central Operativa (UCO) pisaba los talones a su socio Marjaliza.
El que fue mano derecha de Esperanza Aguirre en el gobierno de la Comunidad de Madrid ha empezado negando cualquier tipo de chivatazo, aunque después ha reconocido que el agente Talamino incluso le dijo que "había compañeros suyos trabajando en Valdemoro y no sé si también en Pinto por unas oficinas o tal, en una operación o una investigación, no me concreta", añadiendo la noche siguiente que "por quien nos ha encargado esto y quien está en esto trabajando, esto es un tema económico que no tiene mayor trascendencia".
Después ha tenido que escuchar una llamada entre él mismo y el empresario David Marjaliza: una conversación en la que le comenta la charla con Talamino, diciendo que "me sonó como advertencia, un comentario que no sé ni a que venía", y le explica a Marjaliza: "No te mencionó, pero que (inaudible) en tu puerta haciendo cosas", especificando después que son "seguimientos" y "en la oficina".
En su versión, fue incluso Marjaliza el que se puso posteriormente en contacto con él para contarle que había una investigación abierta en la Audiencia Nacional: "Entiendo que es mi palabra contra la del señor Marjaliza", ha dicho, criticando también como hizo ayer su abogado, que su antiguo socio no esté también sentado en el banquillo. A partir de ahí, y ya a preguntas de su defensa, ha cargado contra Marjaliza, afirmando que el empresario supo de las investigaciones de la UCO no por la advertencia de Talamino sino porque tenía "muchos contactos" en la Guardia Civil.
En su estrategia exculpatoria, Granados ha llegado a asegurar que "no hay ni una sola llamada que acredite que yo hablo con nadie, solamente a un amigo que era amigo de otro, yo no hablo con nadie y no hago ninguna indagación salvo meterme en Wikipedia para ver qué es la UCO".
Dinero en Suiza
Granados ha reconocido al comienzo de su declaración que tuvo una cuenta bancaria en Suiza: "Yo tuve desde el año 1993 dinero en Suiza, no fruto como dicen ustedes de actividades ilícitas sino de una actividad lícita", algo que asegura haber reconocido en 2014 a los medios de comunicación durante su dimisión. Ha afirmado que el empresario David Marjaliza entró en la operación cuando pidió cerrar la cuenta y el banco BNP Paribas le ofreció hacerlo a través de una compensación con su socio de por medio: "Puede tener algo que ver", pensó, cuando Marjaliza le informó de que las autoridades suizas habían abierto un procedimiento contra él.
En torno al chivatazo del que se le acusa, Granados ha seguido el relato hecho ayer por los guardias civiles imputados, explicando su encuentro con Talamino una noche en las fiestas de Valdemoro: "Me hizo el comentario de que había compañeros suyos trabajando en Valdemoro y no sé si también en Pinto por unas oficinas o tal, en una operación o una investigación, no me concreta", ha reconocido Granados.
"No recuerdo haber recurrido a nadie, pero entiendo que hubiera sido lo natural", ha dicho sobre la publicación en prensa de la existencia de esta cuenta en Suiza en febrero de 2014. "Yo no he dado a nadie ninguna instrucción de ningún blindaje ni ninguna muralla", ha dicho refiriéndose a los guardias imputados y en referencia a las acusaciones vertidas por la fiscal Carmen García en la primera sesión del juicio.
Sin hacer declaraciones, Granados ha entrado en la sala de vistas donde esperaban José Manuel Rodríguez Talamino y José Luis Caro Vinagre desde las ocho de la mañana: ayer el primero reconoció haber comentado a Granados en las fiestas de Valdemoro de 2014 que agentes de la UCO trabajaban en Valdemoro, pero negando ambos en todo momento haberle facilitado información confidencial de la investigación.
Turno este miércoles para las explicaciones de Granados en el primer juicio de las más de quince piezas en las que se divide la conocida como operación Púnica de corrupción política, con la Fiscalía pidiendo tres años de cárcel para cada uno de los acusados.