El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se muestra dispuesto a hablar sobre la reforma de la Constitución, pero sólo si hay un amplio consenso, cuando exista «una idea clara de lo que hay que hacer» y en ningún caso para contentar a quienes, como los independentistas, la quieren liquidar. Pedro Sánchez cree que lo importante es que se abra la reforma y cree que a lo mejor hay más acuerdo del que parece porque a la derecha le conviene moverse ya que, en opinión del líder del PSOE, el inmovilismo perjudica al PP. Sánchez estaba algo más esperanzado que el resto y no cree que Rajoy esté dando largas a la reforma. Atribuye su distancia a que estamos en campaña electoral. En cambio, por ejemplo, Pablo Iglesias daba por imposible en su corrillo la reforma de la Constitución en esta legislatura y anunciaba que, por tanto, Podemos va a llevar al Congreso una iniciativa para reformar la ley electoral, eso sí que ve posible sacarlo adelante próximamente. Preguntado Rajoy por la posibilidad, muy comentada por aquí, de que haya que repetir las elecciones y él venía a decir que no quiere ni planteárselo. Pablo Iglesias decía que cree que ese, la repetición de elecciones, es el escenario más posible y que ellos no tienen miedo de que les culpen si hay que repetirlas, pero que no van a elegir presionados a un candidato que no les convenza. Pedro Sánchez comentaba en su corrillo que el PSC está muy por encima de lo que dicen las encuesta y que, en cambio, Arrimadas no suma y genera rechazo en una parte del arco parlamentario, así que ve a Iceta con más posibilidades. Rajoy señalaba que el PP apoyará a Arrimadas si llega el caso y ante la pregunta de si apoyaría a Iceta: silencio.Rivera, al contrario que Sánchez, cree que Iceta va peor de lo que dicen las encuestas y asegura que Ciudadanos hará lo posible para que no se repitan las elecciones. El presidente Rajoy ha asegurado que el expresident puede hacer lo que quiera porque «le trae sin cuidado». Pero el ministro de Justicia sí ha anunciado que este viernes en el consejo de ministros de justicia en Bruselas va a plantear a sus colegas una reflexión para poner de relieve que la Euroorden no funciona y que habría que reformarla porque el caso Puigdemont demuestra que «algo no va bien».