El PP actuará contra Barreiro si se mantiene su imputación tras declarar en el Supremo
Los populares tendrán que cumplir su pacto con Ciudadanos y exigir a la senadora que deje su acta
No quieren que se repita la experiencia de Pedro Antonio Sánchez ni de Rita Barberá
Hoy se reúne la Junta Directiva Nacional que estudiará la estrategia para enfrentarse con Ciudadanos
Madrid
La senadora del PP y exalcaldesa de Cartagena, Pilar Barreiro, acude este lunes a declarar ante el Supremo por su presunta implicación en una pieza separada de la trama Púnica. Se investiga si pudo incurrir en actividades delictivas para mejorar su imagen.
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Hace unos días Ciudadanos puso como condición su dimisión para apoyar los Presupuestos y el coordinador general de los populares, Fernando Martínez Maillo, respondió acusándoles de "sobreactuar". Pero, lo cierto, es que en Génova siempre evitan hablar de ella porque saben que es "un problema".
El caso de Barreiro llegó al Alto Tribunal después de que el juez de la Audiencia Nacional, Eloy Velasco, elevase una exposición razonada en la que apuntaba que podía haber cometido los delitos de fraude, falsificación de documento mercantil, prevaricación, malversación de caudales públicos y cohecho. Y a la dirección del PP le preocupa mucho cuál puede ser el desenlace de la situación, sobre todo al hablarse de cohecho.
Los conservadores admiten que el caso Barreiro sí afectaría al pacto de investidura que su formación suscribió con la de Albert Rivera en 2016 al ser parlamentaria nacional. Por eso mismo, fuentes populares señalan que "caerá si se mantiene la imputación después de declarar". Reconocen que, en ese caso, se verían obligados a pedirle que dejara el acta.
En el texto del acuerdo se indica que ambos partidos "se comprometen a la separación de los cargos públicos que hayan sido imputados formalmente o encausados por delitos de corrupción, hasta la resolución definitiva del procedimiento judicial". Este punto, según el PP, sólo afecta a miembros de Gobierno, diputados y senadores. Por eso, si el tema va a más y se reclama su salida, los populares tendrán que cumplir.
En el PP no quieren repetir la experiencia de Pedro Antonio Sánchez o de Rita Barberá. Reconocen que el año judicial que les espera es "fino" y señalan que por mucho que la dirección nacional quiera dar por amortizados los escándalos de corrupción, lo cierto es que un día sale Rodrigo Rato, otro Francisco Correa y los cimientos se tambalean, aunque la situación de Cataluña ayude mucho a taparlo todo.
Por otro lado, también arranca el juicio de la segunda pieza del caso Gürtel, la relacionada con la financiación ilegal del PP valenciano para las elecciones autonómicas y generales de 2007 y 2008. Un asunto que Génova afrontará con el consabido "respeto a lo tribunales".
Pero hoy en la sede nacional no se hablará seguramente de nada de esto. Mariano Rajoy ha convocado a la Junta Directiva Nacional para anunciar a los suyos que en los próximos meses se celebrará una Convención Nacional en Andalucía. Su objetivo, además de debatir nuevas medidas, es que esta sirva para dar proyección a Juan Manuel Moreno por si acaso a Susana Diaz se ocurre adelantar las elecciones.
Los que rodean a Rajoy aseguran que hará, además, un discurso que sirva de "antidepresivo" porque, después del batacazo en Cataluña, los ánimos del PP están muy bajos. Ven a Ciudadanos como una seria amenaza. Además, tras las encuestas, se ha desatado el pánico. Y no saben cómo tienen que responder. Dudan sobre la estrategia a seguir: si deben mantener una relación de socios o rivales porque hay quien opina que si el PP carga mucho contra ellos, al final les estarán dando mayor protagonismo.