Guindos planea irse con la economía en velocidad de crucero tras un rescate bancario que sí nos va a costar dinero
El ministro ha anunciado que dejará la cartera de Economía si es elegido vicepresidente del BCE
Madrid
Luis de Guindos planea dejar el Ministerio de Economía después de tres años en que el PIB ha crecido por encima del 3%, revirtiendo los desplomes de la última etapa del gobierno socialista y los primeros años del gobierno Rajoy. Está pendiente de cerrar la reestructuración financiera pilotada por él con la venta de la participación del Estado en Bankia. Pero sabemos ya que la factura estará por encima de los 40.000 millones de euros para los contribuyentes españoles.
El aún ministro llegó a la Moncloa en los últimos días de un año 2011 en que la economía española se contrajo un 1%, después de que el PIB hubiese caído otro 3,6% en 2009.
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Pocos meses después estaba metido de hoz y coz en la reestructuración de las entidades financieras en crisis. Tras una primera inyección de emergencia a Bankia, en junio de 2012 se pedía ayuda a la Unión Europea para el rescate financiero -100.000 millones de euros, del que se acabarían disponiendo unos 43.000 millones-. Afirmó entonces Guindos, como el propio presidente Rajoy, que ese rescate no iba a tener coste para los contribuyentes españoles.
El Banco de España informaba en septiembre pasado que de las aportaciones del Estado a la banca -unos 56.000 millones de euros, tres cuartas partes en la etapa Rajoy- había que dar por perdidos casi 43.000 millones, aun contando con lo que se puede recuperar con la privatización total de Bankia.
Pero Luis de Guindos no asume ese balance. En una entrevista el pasado 1 de enero en la Cadena Ser nos remitía al final del proceso, cuando se haga efectiva la venta de la participación del Estado en Bankia. A fecha de hoy su valoración bursátil es prácticamente la misma que en la fecha del último informe del Banco de España. El coste potencial del rescate apenas ha variado.
Bankia y los tipos de interés
En dicha entrevista el ministro se mostraba optimista ante una eventual revalorización de Bankia, ligada a la esperada subida de los tipos de interés a medio plazo, dejando en un segundo plano las implicaciones colaterales de esa subida de tipos, con el previsible encarecimiento del crédito para empresas y particulares.
Si se confirma su nombramiento para el Banco Central Europeo Guindos se irá con una previsión de crecimiento de la economía española del 2,3% este año, o del 2,5% si ya se ha hecho oficial la revisión anunciada hace unos días por el presidente Rajoy. Atrás quedan tres años seguidos de crecimiento del PIB por encima del 3%.
Cambio de signo del PIB
Un cambio de signo de la economía respecto al inicio de la crisis que -más allá del desplome del sector de la construcción- no ha venido de la mano de cambios estructurales de relieve en la economía española. El ministro insiste en que las exportaciones son el motor que ha sustituido al ladrillo: La balanza de pagos lleva años en positivo: entra dinero en España porque ha mejorado notablemente la balanza turística, y porque la balanza comercial es mucho menos negativa que durante el boom económico.
Una de las claves es la mejora de la competitividad de la economía española, que en buena parte se ha ligado al abaratamiento de los costes salariales por la reforma laboral en la que, por cierto, Guindos no se ha implicado. Pero no quiere que se revierta. Para él no es más que una herramienta de "flexibilidad en la gestión de los recursos humanos" -decía el pasado mes de enero en la Ser-. Pero la considera clave para mantener la creación de empleo al nivel de los últimos años.