Revés para la tramitación de la renta mínima en el Congreso

A la misma hora en que decenas de miles de pensionistas se manifestaban en toda España en protesta por la ínfima subida de sus pensiones este años, una parte de ellos a las puertas del Congreso de los Diputados, en el hemiciclo se votaba este jueves un trámite parlamentario que podría resultar crucial para el futuro de cientos de miles de parados que carecen de protección social.

Hablamos de la iniciativa legislativa popular auspiciada por los sindicatos para garantizar un ingreso de 426 euros mensuales para aquellos parados sin recursos y que hayan agotado todas las prestaciones posibles. Una iniciativa que la mayoría de la oposición consiguió que se tramitara en el Congreso hace justo un año con el voto en contra de PP y Cs y que afronta su recta final después de que los populares intentara demorarla con una veintena de petición de prórrogas y presentaran una enmienda a la totalidad que no prosperó.

El PSOE forzó una votación reglamentaria con la que pretendía derivar al pleno del Congreso la aprobación de la renta mínima, un marco parlamentario más visible y favorable para que pueda prosperar la iniciativa que la comisión de Empleo y Seguridad Social donde el reparto de fuerzas está más ajustado ya que uno de los representantes del grupo Mixto es de Foro Asturias, socio tradicional del PP.

Errores que hicieron que no prosperase la iniciativa

Sin embargo, la votación se perdió de forma inesperada por un cúmulo de circunstancias, incluida la ausencia por distintos motivos de doce diputados de distintos partidos, entre ellos cuatro del PSOE, tres en viajes institucionales y una cuarta por fallecimiento de un familiar, y de dos representantes del Grupo Mixto. A ello hay que sumar el error de un diputado socialista que se equivocó en la pulsación electrónica, y el voto en contra del PNV que, tras haber votado a favor de la iniciativa en su toma en consideración, se alineó con PP y Ciudadanos.

Fuentes del PSOE interpretan esa coincidencia a tres como una señal inequívoca de los primeros movimientos para aprobar los presupuestos, escenificando o un frente común contra una iniciativa que implicaría un coste de unos 11.000 millones de euros que, en consecuencia, habría que detraer de las cuentas y limitaría por tanto el margen de negociación del gobierno con sus socios a cambio de su hipotético apoyo a las cuentas.

Fuentes del PNV rechazan rotundamente esta interpretación, recuerdan que ayer no se tumbó la iniciativa de la renta mínima sino un mero procedimiento parlamentario y añaden que cuando la ley se someta a aprobación definitiva decidirán el sentido de su voto. La iniciativa seguirá ahora su trámite en la comisión de Empleo y Seguridad social donde, según fuentes parlamentarias podría votarse antes de Semana Santa. Será el momento de saber si prospera o no una renta mínima en España que se ha complicado en las últimas horas.