Así trabajan las células que mantienen los tatuajes en la piel
Gracias a ello, el equipo de investigadores dice haber encontrado la clave para borrar los tatuajes de forma mucho más segura
Madrid
Hace apenas una semana, investigadores del British Museum encontraban los primeros tatuajes figurativos del mundo en dos momias egipcias de hace más de 5.000 años. Un descubrimiento que sitúa los primeros tatuajes del mundo en África entre los años 3.351 y 3.017 a.C., un milenio antes de la fecha que se contemplaba hasta ahora.
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Desde entonces, las personas que cuentan con uno de estos trazos sobre sus pieles se cuentan por millones. Dibujos que son para siempre, y que son muy difíciles de borrar. De hecho, a día de hoy no existe una técnica que garantice un 100% de éxito a la hora de borrarlos. Con el objetivo de encontrar un método seguro que ayude a acabar con estos dibujos, investigadores del Centro de Inmunología de Marsella-Luminy (Francia) han investigado acerca de los macrófagos, las células encargadas de eliminar residuos extraños que se introducen en el organismo.
Así trabajan los macrófagos
Según explica el equipo de investigadores, a través de un estudio publicado por el Journal of Experimental Medicine, los macrófagos absorben el pigmento de la tinta y no lo liberan hasta que muere. En ese momento, otras células inmunitarias encargadas de eliminar los agentes extraños, vuelven a fagocitar la tinta. Gracias a ello, el tatuaje nunca desaparece, a pesar de que sí que puede mostrar variaciones en el color.
Así lo cuenta la co-directora de la investigación Sandrine Henri: "Creemos que cuando los macrófagos cargados de pigmento del tatuaje mueren durante el curso de la vida adulta, las células vecinas recuperan los pigmentos liberados y aseguran de manera dinámica la apariencia estable y la persistencia a largo plazo de los tatuajes".
Las células engullen los pigmentos como si de un virus se tratara
Según explican las evidencias publicadas en la revista de divulgación científica, los macrófagos de la dermis son atraídos por las heridas infringidas por la aguja mientras se realiza el tatuaje. Una vez allí, las células se encargan de engullir los pigmentos como si de un virus o una bacteria se tratara. Cuando estas células mueren, otras (son restituidas al cabo de unas pocas semanas) se encargan de mantener el tatuaje en la piel.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores tatuaron a varios ratones y los manipularon genéticamente para poder eliminar todos los macrófagos de su dermis. A pesar de acabar con estas células, al de unas semanas surgieron nuevas, que se encargaron de absorber nuevamente los pigmentos para que el tatuaje se mantenga sobre la piel. Por lo tanto, este proceso explicaría por qué los tatuajes se difuminan o pierden su contraste con el paso de los años. Durante el proceso de absorción, los macrófagos pueden perder pequeñas cantidades de tinta, lo que puede provocar que el tatuaje pierda color.
Los investigadores abren la puerta a nuevos métodos de eliminación de tatuajes
Gracias a este descubrimiento, los investigadores abren la puerta a nuevos métodos de eliminación de tatuajes. A día de hoy, los métodos de borrado por láser despiezan los macrófagos para que sus restos sean arrastrados por el sistema linfático. Sin embargo, la tinta se mantiene a través de nuevos macrófagos.
Por lo tanto, el estudio determina que si se desarrollara un proceso que pudiera limitar temporalmente la actividad de los nuevos macrófagos, podría solventarse este problema. Sin embargo, tendrán que continuar con sus investigaciones para ver cómo actúan los macrófagos en los seres humanos. A pesar de ello, el estudio nos revela nuevos datos sobre cómo actúan estas células sobre la piel.
David Justo
(Astrabudua, 1991) Periodista especializado en tecnología y buscador de historias virales e inverosímiles...