La resistencia recibe a Trump en la frontera

San Diego

Decenas de organizaciones civiles han convocado manifestaciones ante la llegada del presidente de Estados Unidos a la frontera entre San Diego y Tijuana. Es la primera visita de Donald Trump a California, Estado al que el Departamento de Justicia demandó la semana pasada por negarse a cumplir las órdenes federales en materia de migración.

El ayuntamiento de San Diego, con un alcalde republicano, tampoco las cumple. Georgette Gómez, regidora del Distrito 9, participa en una de las protestas convocada ante la Corte Federal. "Esta protesta es para que Trump vea que no es bien recibido en San Diego", dice a la Cadena SER, "estamos en contra de sus políticas, empezando por la construcción de ese muro que rechazamos como comunidad fronteriza".

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El apoyo de miembros del ayuntamiento a las protestas sociales es una muestra de que San Diego no teme a la guerra judicial iniciada por la Casa Blanca. Su policía local, como en el resto del Estado de California, no coopera con los agentes federales de inmigración en las redadas contra inmigrantes, tengan papeles o sean indocumentados, tengan antecedentes penales o no, ni en deportaciones aleatorias.

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Según la regidora Gómez, desde que Trump está en la Casa Blanca los abusos contra inmigrantes por parte del ICE (la Oficina de Inmigración y Control de Aduanas, por sus siglas en inglés) se han incrementado. San Diego es la ciudad con más detenciones de inmigrantes sin antecedentes penales, alrededor de un 72%, según datos del propio ICE. Entre octubre y diciembre de 2017, los agentes federales arrestaron a 1.622 personas sin antecedentes penales y a 637 con algún registro criminal. El ICE argumenta que estas detenciones están relacionadas con "el cruce ilegal de las fronteras". Según el Pew Research Center, las detenciones no criminales aumentaron un 49% en San Diego durante el año fiscal 2017.

Donald Trump visita los prototipos

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El presidente de Estados Unidos visita los prototipos en mitad de protestas a ambos lados de la frontera. También hay una concentración a favor, organizada por Sandieguinos a favor de las fronteras seguras, que marchará muy cerca y a la misma hora de otra convocada contra el muro. Las autoridades temen que termine en enfrentamientos, como pasó hace unos meses en otra convocatoria similar.

Donald Trump visitará los ocho prototipos de hormigón y otros materiales levantados en la frontera. Un gesto con el que pretende movilizar a sus bases de cara a las elecciones legislativas del próximo noviembre y con el que va a evidenciar, todavía más si cabe, la confrontación abierta contra el Estado más progresista y con mayor población latina, un 39%, de todo el país. El presidente, con ínfulas de eterno candidato, mostrará su apoyo a las fuerzas de seguridad.

Dará a entender que cumple sus promesas y que es el Congreso el que bloquea la financiación que ha pedido para garantizar la seguridad en la frontera: una partida de 23.000 millones de dólares en total, 18.000 de ellos para la construcción del muro y el resto para reforzar las patrullas y los sistemas de vigilancia. Los congresistas y senadores, hasta ahora, se han negado a aprobar esta financiación. No solo los demócratas, en esto del muro tampoco le apoyan los representantes de su propio partido.