El PSOE se queda solo con el PP en su comisión territorial
Ciudadanos, que votó contra la apertura de este foro en el Congreso, lo abandona denunciando el veto a la petición de comparencia de excargos socialistas como Alfonso Guerra, Juan Carlos Rodríguez Ibarra o José Bono
Madrid
El PSOE se ha quedado solo con PP y parte del Grupo Mixto en la comisión de mejora del modelo territorial del Congreso que Pedro Sánchez vendió como antesala de la reforma de la Constitución tras el acuerdo para activar el artículo 155 en Cataluña. El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, ha anunciado este martes que su partido abandona la comisión ante el “veto”, así lo consideran, de históricos socialistas como el exvicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra, y los expresidentes autonómicos Juan Carlos Rodríguez Ibarra (Extremadura) y José Bono (Castilla-La Mancha). En los últimos meses, todos ellos han glosado el discurso de Ciudadanos en la crisis catalana o han criticado el concepto de plurinacionalidad que el PSOE incorporó a sus documentos en el 39º Congreso.
Ciudadanos nunca estuvo de acuerdo con la creación de esta comisión. Votó en contra de su creación y ésa es la razón por la que el PSOE no considera una sorpresa que ahora abandonen. “Entraron arrastrando los pies”, ha asegurado la vicesecretaria general socialista, Adriana Lastra, que ejerce de portavoz en la comisión. Tanta ella como el presidente, el veterano José Enrique Serrano, insisten en que el plantón del partido naranja no toca de muerte esta comisión. Seguirá adelante sin Ciudadanos del mismo modo que echó a andar sin Podemos ni los partidos nacionalistas, todos ellos disconformes con la aplicación del artículo 155 en Cataluña.
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Así que los socialistas sostienen que nada cambia por la salida de Ciudadanos, que el PSOE atribuye a su interés por “confrontar territorios” en lugar de poner soluciones a la crisis territorial. El PSOE rechaza de plano que se haya vetado ningún nombre como sostiene la formación naranja y aseguran que han ido pactando los nombres de los comparecientes mes a mes, sin cerrar la puerta a nadie de forma definitiva. La última vez que Ciudadanos solicitó que se llamara a los históricos del PSOE fue la semana pasada, a través de un escrito remitido al presidente José Enrique Serrano.
Enfadados con Ciudadanos y con su forma de hacer política (sólo buscan “la foto”, según la portavoz Margarita Robles), el PSOE ahora quiere mantener viva la comisión hasta el final. Puso tantas expectativas en ella y en que después de ella se abriría la reforma de la Carta Magna que los socialistas mantiene su compromiso de que de estos trabajos salgan unas conclusiones, un informe, que tendrá que ser elevado al Pleno del Congreso.
El primer jarro de agua fría se lo echó al PSOE su supuesto aliado en esta iniciativa, el PP. Sánchez se apuntó en público el tanto de que, tras los trabajos de la comisión de estudio, se abriría en el Congreso una subcomisión para la reforma constitucional pero el portavoz popular en la comisión rechazó esa posibilidad en la primera reunión. En todas las convocatorias de la comisión, los populares se han encargado de recordar que ellos no están allí para reformar la Carta Magna. Los primeros comparecientes fueron los padres de la Constitución que tampoco la consideran necesaria.
Para el PSOE, la crisis en Cataluña es el principal exponente del agotamiento del actual Estado autonómico, que se extiende por el resto del territorio nacional. A pesar del anuncio de Ciudadanos de que abandona la comisión, la portavoz socialista ha aprovechado para pedir al resto de formaciones que se incorporen para “poner soluciones sobre la mesa".