El juez envía a Jordi Turull y los otros cuatro imputados a prisión sin fianza

Madrid

El juez del Tribunal Supremo, Pablo Llarena, ha ordenado el ingreso en prisión preventiva sin fianza para Jordi Turull, Carme Forcadell, Josep Rull, Dolors Bassa y Raül Romeva, para quienes la Fiscalía había solicitado el ingreso en prisión sin fianza. Su encarcelamiento preventivo abre la puerta a su suspensión política en las próximas semanas: el magistrado explica que hay un grave riesgo de fuga y de reiteración delictiva, teniendo en cuenta que una vez procesados por rebelión se enfrentan a penas altas de cárcel.

El juez explica que no ha quedado convencido por sus promesas de no volver a delinquir: "No se aprecia en su esfera psicológica e interna un elemento potente que permita apreciar que el respeto a las decisiones de este instructor vaya a ser permanente", dice el auto. Reconoce que todos han comparecido ante la Justicia cada vez que han sido llamados, pero "lamentablemente es de imposible percepción cuál pueda ser la voluntad interna de los procesados".

El juez tampoco se fía de que algunos de ellos, como Forcadell, Bassa o Rovira, hayan dejado su acta de diputadas: "la renuncia ni despeja la posibilidad de que persista la determinación para impulsar sus objetivos, ni excluye que puedan realizar aportaciones a esa intención desde colaboraciones muy diversas y diferentes a la actividad parlamentaria". En cuanto a la posibilidad de que los que se mantienen en el cargo, como el candidato a President, Jordi Turull, el juez recuerda que "sus derechos políticos no muestren una preminencia y mayor necesidad de tutela que los derechos que esta resolución preserva".

La decisión del juez llega después de que el Ministerio Público solicitase que los cinco ingresen en prisión haciendo suyos, entre otros, los argumentos con lo que la sala de apelaciones decidió mantener en la cárcel a Joaquim Forn ayer, y teniendo también en cuenta que Marta Rovira, secretaria general de ERC, se ha fugado esta misma mañana faltando a su cita con el Tribunal Supremo.

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En el auto de procesamiento dictado hace apenas unas horas el juez ya daba a conocer su opinión sobre un riesgo de fuga que hasta hoy creía neutralizado: una vez procesados por rebelión, que acarrea penas de hasta 30 años de prisión, existe "un grave riesgo de fuga derivado a la grave punición a la que se enfrentan". La fuga de Marta Rovira de esta misma mañana tampoco beneficia a los cinco imputados, de la misma manera en que la fuga de Carles Puigdemont y el resto de exconsellers influyó en el magistrado a la hora de dictar sus resoluciones en el pasado.

El encarcelamiento preventivo de los diputados en activo (Turull, Rull y Römeva) podría desembocar en la suspensión judicial de su actividad política en las próximas semanas: el artículo 384 bis de la Ley de Enjuiciamiento Criminal (LeCrim) establece que un procesado en firme por rebelión que se encuentre en prisión provisional será apartado de sus funciones políticas. En ese caso, el procesamiento todavía tendría que ser confirmado por la sala de apelaciones del Tribunal Supremo tras los previsibles recursos que interpondrán las defensas.

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Todos los imputados citados hoy en el Supremo ya han estado en prisión por orden del juez Llarena y de la jueza Carmen Lamela antes: Forcadell pasó una noche en Alcalá-Meco tras pagar una fianza de 150.000 euros y el resto abandonaron esa y la prisión de Estremera el 4 de diciembre tras pagar 100.000 euros cada uno.