El juez pone en búsqueda y captura a Rovira, Puigdemont y los exconsellers fugados
La Fiscalía había pedido la búsqueda y captura de la secretaria general de Esquerra Republicana después de que esta mañana no se presentase en su cita con el juez Pablo Llarena a las diez y media de la mañana, asegurando estar "en el exilio"
Marta Rovira en su comparecencia en el Supremo en febrero / Javier Lizón (EFE)
Madrid
El juez Pablo Llarena ha ordenado poner en búsqueda y captura internacional a Marta Rovira, Carles Puigdemont y el resto de exconsellers fugados: Toni Comín, Clara Ponsatí, Meritxell Serret y Lluís Puig. No hace lo mismo con respecto a Anna Gabriel porque está acusada de desobediencia y no de rebelión.
Más información
El encarcelamiento de Marta Rovira era algo que ya estaba en la agenda del juez Pablo Llarena en caso de que no acudiese hoy al Tribunal Supremo. Ya en su auto del pasado mes de febrero, en el que dejó a la líder de ERC en libertad bajo una fianza de 60.000 euros, el magistrado advertía que se produciría "su inmediato ingreso en prisión" si incumplía alguna de las medidas cautelares que le fueron impuestas: acudir cada 15 días al Tribunal Superior de Justicia de Catalunya y comparecer ante el juez cada vez que fuese llamada, algo que hoy no ha sucedido.
En el caso de los fugados en Bélgica, Suiza y Escocia, el juez se limita a reactivar las órdenes que anuló por entender que las autoridades belgas podían entorpecer la causa tal y como estaba planteada: el pasado mes de diciembre, Llarena optó por retirar las órdenes internacionales de detención que pesaban sobre Puigdemont y el resto de imputados al entender que las autoridades belgas podían decidir entregarle por delitos que no fuesen de rebelión.
Puigdemont posa con simpatizantes en la Universidad de Helsinki, / Juanjo Galán
Ni siquiera optó por ordenar detener a Puigdemont cuando visitó Dinamarca hace unas semanas, asegurando que el expresident estaba intentando forzar la detención para poder alegar que no acudía al Parlament por una causa ajena a su voluntad. La reactivación de las órdenes devuelve la parte internacional de la causa al punto de partida, con las autoridades belgas, escocesas y suizas abriendo un proceso judicial para analizar si entregan a los imputados, y por qué delitos les entregan.
