Los temores del juez Pablo Llarena: que se rompa "la continencia de la causa"
En diciembre el magistrado retiró la euroorden que pesaba sobre Puigdemont mientras estaba en Bélgica y explicaba que "la depuración de responsabilidades debe ser llevada de manera unificada o podría romperse la continencia de la causa"
Madrid
Las reticencias de la Audiencia Territorial de Schleswig-Holstein a entregar a Carles Puigdemont acusado de un delito de rebelión sacan a flote uno de los temores que el propio juez Pablo Llarena, del Tribunal Supremo, ya ha expresado en algunos de sus autos en los últimos meses: el magistrado considera que "podría romperse la continencia de la causa" aunque las consecuencias concretas todavía no estén claras.
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Las reflexiones del magistrado instructor quedaban negro sobre blanco en un auto del pasado cinco de diciembre, cuando decidió retirar las órdenes internacionales de detención contra el expresident catalán y el resto de fugados mientras permaneciesen en Bélgica, por miedo a que su entrega por el delito de rebelión pudiese quedar comprometida.
El magistrado explicaba en ese auto que el delito de rebelión y los hechos que se investigan es "de naturaleza plurisubjetiva", y que "los hechos pudieran haberse perpetrado mediante el concierto de todos los investigados y con una unidad jurídica inseparable". De esta manera, para el juez instructor, "la depuración de las distintas responsabilidades penales debe ser llevada de manera unificada, pues de otro modo podría romperse la continencia de la causa y conducir el proceso a respuestas contradictorias y divergentes para los distintos partícipes".
Una "distorsión sustantiva"
Es decir, el temor del magistrado era entonces encontrarse con una parte de los imputados –los que no se habían fugado– acusados de un delito de rebelión, y Puigdemont y el resto de otro delito por hechos idénticos. Dijo entonces Llarena que una posible entrega parcial, sin una acusación por rebelión, "dificultaría la respuesta homogénea que justificó la acumulación de las actuaciones ante este Tribunal, introduciendo una distorsión sustantiva a las defensas de los encausados que sí están a disposición de este órgano instructor, quienes podrían ser investigados y enjuiciados por todos los delitos que el instructor contempla, colocándose así en 'peor derecho' que quienes se encuentran fugados".
Está por ver la traducción práctica y tangible de estas reflexiones del juez si finalmente Alemania acota la acusación contra Puigdemont y deja fuera del tablero el delito de rebelión: si, entre otras cosas, abriría la puerta a que los otros doce procesados por rebelión pudiesen presentar algún tipo de recurso al entender que no están en igualdad de condiciones.
Está por ver también si el magistrado decide, como ya hizo en el caso de Bélgica, retirar la euroorden que pesa sobre Puigdemont al ver peligrar la acusación por rebelión. La hipotética retirada de este delito de la acusación contra Carles Puigdemont implicaría que el expresident y diputado del Parlament por JxCat ya no podría ser suspendido de sus funciones políticas en base al artículo 384 bis de la LeCrim.