El Gobierno "se reserva" para recurrir la ley de presidencia
Rajoy pone el foco en Ciudadanos al pedir que sean los partidos en el Parlament los que frenen el voto delegado de Puigdemont y Comín
Madrid
En La Moncloa comentan que los partidos políticos también pueden mover ficha. Sobre todo señalan a Ciudadanos, recalcando que cuenta con 36 diputados en el Parlament. Les parece que son ellos los que deben solicitar a la Mesa que reconsidere su decisión de permitir el voto delegado de Toni Comín y si esta no lo hace, que se planteen entonces pedir amparo al Constitucional.
Pero la formación de Albert Rivera presiona, a su vez, a Mariano Rajoy. Inés Arrimadas le ha vuelto a reclamar hoy que reaccione. Ya lo hizo hace tres semanas cuando también se aprobó el voto delegado para Carles Puigdemont. No comprenden su inmovilismo cuando se sabe perfectamente que los dos dirigentes catalanes son clave para que Junts per Catalunya (JxC) y ERC puedan investir presidente a cualquier candidato sin cargas judiciales en segunda vuelta.
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La tensión entre ambas fuerzas políticas es cada vez mayor. De ese modo el partido naranja defiende que es el Gobierno quien debe acudir al Alto Tribunal porque así, si se admite a trámite, se procederá a la suspensión inmediata. Mientras los conservadores explican que "se reservan" para recurrir la ley de presidencia que los independentistas pretenden reformar la semana que viene para poder investir a distancia.
Los colaboradores de Rajoy destacan que siempre que ellos han actuado, ha sido con garantía total de éxito. Y ahora mismo no deben de tenerlas todas consigo porque no impugnan los votos delegados. No descartan nada pero, por el momento, solo hablan de analizar la situación.
“Nosotros lo primero que vamos a a pedir a la Mesa -pero no como Gobierno porque no tenemos competencia para hacerlo- es que Comín no puede delegar su voto porque eso no tiene sentido alguno. A partir de ahí estudiaremos todas las acciones legales para evitar que se tomen decisiones que contravengan nuestra legislación vigente”, ha comentado Rajoy en su rueda de prensa junto al primer ministro turco.
En esta comparecencia, Rajoy también ha hablado de Cristóbal Montoro. No ha defendido a su ministro de Hacienda, como en otras ocasiones, con vehemencia. Pero sí ha querido enterrar de una vez por todas la polémica con el juez Llarena. Después de que Montoro asegurara que no se había desviado “ni un solo euro” para celebrar el referéndum del 1-O, Rajoy ha insistido en que “no hay discrepancias” con la acusación de malversación que plantea el magistrado.
Además, el presidente ha apoyado la denuncia de la Fiscalía de Barcelona. Ha explicado que le parece “absolutamente lamentable” que unos profesores humillen a hijos de guardias civiles en un colegio catalán.