París, Londres y Berlín quieren mantener el pacto con Irán pese al desmarque de Trump
"La lucha contra la proliferación de armas nuclear está en juego", asegura Macron
París
La respuesta coordinada de Francia, Alemania y Reino Unido advierte a EEUU que la "lucha contra la proliferación nuclear está en juego". Tras lamentar la ruptura del pacto de forma unilateral por EEUU, exhorta a Washington a consentir que el resto de los firmantes sigan “colaborando” con Irán.
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La tensión creada por el presidente americano se colará en el encuentro que tendrán la canciller alemana, Angela Merkel y el presidente francés, Emmanuel Macron esta noche, previo a la entrega el jueves del premio Carlomagno (por su implicación europea) en Aquisgrán al jefe del estado francés.
No por esperado, el anuncio de Donald Trump es una dolorosa doble bofetada para el jefe del Estado francés. La primera de carácter diplomático. Durante su reciente viaje a EEUU trató de persuadir a su homólogo americano de que abandonase su decisión o al menos que se abriera a negociar un acuerdo más amplio que cubra la actividad nuclear después de 2025 y a toda la región. Es decir que abarque también los misiles balísticos y la estabilidad de Oriente Medio, sobre todo en Siria, en Yemen e Irak.
La respuesta coordinada con Londres y Berlín es contundente. Exhortan a EEUU a que las estructuras del acuerdo con Irán se mantengan intactas. Para que permitan que los otros signatarios puedan continuar aplicando el plan de acción colectivo. Mientras se exige a Irán que tolere las verificaciones de las organizaciones internacionales, tal y como se comprometió al firmarlo.
El pacto entre Irán y el Grupo 5+1 -EEUU, Rusia, China, Francia y el Reino Unido, más Alemania-, limita el programa atómico de Irán a cambio del levantamiento de las sanciones internacionales, pero no incluye ninguna referencia a las armas convencionales o a la política exterior de la República Islámica.
El Elíseo recuerda a EEUU en el comunicado conjunto que la Agencia Internacional de la Energía Atómica (OIEA) certificó que Teherán ha respetado sus obligaciones respecto a la no proliferación de armas.
El otro golpe para Europa es económico. Las empresas francesas y alemanas han apostado de forma masiva por invertir en Irán. La automovilísticas PSA está ya muy implantada en Irán donde acapara una parte del mercado del 30%. Renault por su parte está asociada a Nissan en EEUU y podría tener que elegir entre el mercado americano o el iraní, algo que resentirá también la alemana Volkswagen que tiene al otro lado del Atlántico su segundo mercado más importante.
El gigante petrolero Total, asociado al chino CNPC, firmó un acuerdo importante de inversión de 5.000 millones de dólares para explotar una refinería. El consorcio Airbus también podría pagar las consecuencias al haber registrado pedidos de las compañías iraníes (Iran Air, Tour, Zagros Airlines) por valor de 10.000 millones de dólares.
Los observadores franceses están de acuerdo en que la decisión de Trump termina con el multilateralismo y abre una brecha de consecuencias incalculables en las relaciones trasatlánticas, entre Europa y EEUU.