El Supremo examina la condena del anciano que abusó de ocho niñas en un pueblo de Madrid

Madrid

El caso del vecino de Cadalso de los Vidrios que abusó sexualmente de ocho niñas pequeñas ya está en manos del Tribunal Supremo. La defensa del acusado ha solicitado por tercera vez su absolución después de que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid rebajase a 68 años de prisión su condena inicial de 76 años, con la Fiscalía pidiendo alto tribunal que su condena sea confirmada.

El caso fue desvelado por la Cadena SER en octubre del año pasado: la Audiencia Provincial de Madrid había condenado a 76 años de cárcel al dueño de la gasolinera de Cadalso de los Vidrios, municipio del sureste de la región, por abusar sexualmente de ocho niñas del pueblo, de entre doce y quince años de edad y una de ellas con una discapacidad. Se llevaba a las niñas en coche hasta una zona alejada de este pueblo de 2.700 habitantes y después pagaba entre 20 y 50 euros a cada una por someterse a los abusos.

La primera condena que la Audiencia Provincial de Madrid impuso a “Pepe el de la gasolinera”, como le identificaron sus víctimas, ascendió a los 76 años de cárcel por ocho delitos de abusos sexuales y otros ocho de corrupción de menores: fue el Tribunal Superior de Justicia de Madrid quien rebajó ligeramente la condena hasta los 68 años de prisión, manteniendo indemnizaciones que suman en total 95.000 euros para sus ocho víctimas.

Según confirman fuentes del procedimiento a esta emisora, el caso está ahora en manos del Tribunal Supremo: la defensa del acusado ha solicitado la absolución mientras que la Fiscalía, que llegó a pedir más de cien años de cárcel para él durante el juicio, ha pedido que su condena sea declarada firme.

Credibilidad de las víctimas

José P.A, de más de setenta años de edad y conocido por haber regentado durante décadas la única gasolinera del municipio, lleva en prisión aproximadamente un año y medio después de que sus únicas declaraciones judiciales consistieran en dos negativas que la Justicia define como “lacónicas” durante el plenario. La rebaja de ocho años con respecto a su condena inicial responde, según la sentencia del TSJM, a que los magistrados entienden que no queda probado que practicase determinados tocamientos sobre dos de las víctimas.

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Los jueces, encabezados por Jesús María Santos Vijande, destacan las declaraciones “claras y persistentes” de las menores, aunque no en el caso de dos de ellas con respecto a algunos tocamientos denunciados: “Sus relatos no mantienen la necesaria conexión lógica”, dicen justificando la leve rebaja en la condena con respecto a sus dos casos.

20 años entre rejas

Los magistrados del Tribunal Supremo tienen previsto dictar sentencia firme en las próximas semanas, con la Fiscalía apostando por la confirmación y la defensa por la absolución en un caso en el que las familias de las víctimas no se han personado como acusación particular.

Fuentes del proceso afirman que la rebaja dictada por el TSJM no influye en el cumplimiento máximo de condena, que sigue estando en los 20 años de prisión. Las víctimas, dijo la Audiencia Provincial en su sentencia, no fueron más específicas en sus declaraciones "ya que en todas ellas se notaba vergüenza y conciencia de que lo que habían hecho había sido reprobado socialmente" y explicando también que "tienen vergüenza en el pueblo porque las señalan".