Una chilena del Bale sirve al Real Madrid la decimotercera Champions
El galés se quedó fuera del once titular pero hizo el tanto del encuentro nada más saltar al campo
Salah, la estrella del Liverpool, se lesionó en la primera parte cuando estaba haciendo que su equipo fuera muy superior
Dani Carvajal también se retiró lesionado y peligra su presencia en el Mundial de Rusia con España
El portero del Liverpool tuvo dos fallos que le costaron sendos goles a su equipo
La Decimotercera. Sí, otra más. Después de las de Lisboa, Milán y Cardiff llega la Champions de Kiev, un título que se decidió con una chilena de Gareth Bale, el hombre que se quedó sin sitio en el once inicial pero que marcó el tanto del partido -y qué golazo- en el primer balón que tocó en el encuentro.
Zidane confió para este partido en el mismo once que le había dado la Duodécima en Cardiff. Bale se quedó en el banquillo para dejar su sitio en el campo a Isco. En teoría, los blancos iban a tener más la pelota con esa apuesta, pero ocurrió todo lo contrario.
El Liverpool demostró desde el primer minuto que quería ganar la Champions agarrándose a su estilo: ataques por todos los flancos a través del trío que forman Mané, Salah y Firmino. Los ingleses volvieron locos a los madrileños, que en ocasiones no sabían ni por dónde les llegaban los rivales.
Mohamed dio un recital de cómo asociarse con sus compañeros... mientras estuvo en el campo. Porque el egipcio duró solo media hora en el partido de su vida, el tiempo que tardó en lesionarse en una acción con Sergio Ramos. La jugada tuvo lugar en el minuto 25 y el jugador del Liverpool solo aguantó cuatro minutos más. Se fue entre lágrimas.
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Lo mismo que Dani Carvajal cuando acababa de cumplirse la primera media hora del partido. Se rompió en una jugada de ataque del Real Madrid y peligra su presencia en el Mundial de Rusia que arranca el 15 de junio para España. También hubo lágrimas (y muchas) del español.
Pero el Liverpool había perdido más con las lesiones. Sin Salah perdió el estilo que le había hecho asediar durante todo ese tiempo la portería de Keylor Navas, que volvió a estar a la altura de su equipo y del momento. Tras las lesiones y los cambios -Lalana por Salah y Nacho por Carvajal-, el Madrid se encontró mucho más cómodo. Conectó más con la pelota y se acercó a la portería de Karius. El colegiado Mirolad Mazic, de hecho, anuló un tanto a Cristiano Ronaldo, que cabeceó la pelota en posición antireglamentaria.
No tuvo muchas más ocasiones el Madrid en la primera parte. La más clara, teniendo en cuenta a los dos equipos, fue para los de Jürgen Klopp cuando después de una entrada de Mané por la izquierda Firmino disparó a la media vuelta con un tiro que tapó Sergio Ramos y cuyo rechace fue para un Arnold que puso de nuevo a prueba a un Keylor que no falló.
El partido llegó al descanso sin goles y con la preocupación por la presencia de Salah y Carvajal en el Mundial. Es de justicia decir que la pérdida fue mayor para el Liverpool, pero con 45 minutos por delante (por lo menos) podía pasar de todo en esta final de la Champions.
Y en la reanudación pasó de todo. Primero, un disparo al larguero de Isco para avisar de lo que estaba por venir. Después, un tanto que los aficionados del Real Madrid -y sobre todo los del Liverpool- recordarán mientras vivan. Tenía la pelota en las manos el guardameta Karius. Quiso jugarla a su derecha. A Karim Benzema se le encendió la bombilla y metió la pierna para tocar la pelota y meterla en la portería. Algo similar a lo que ocurrió con el portero del Bayern en el Bernabéu. Jaimitada supina, pero también inteligencia del delantero francés, que metió la pierna con fe en una jugada que no acabaría en gol si se volviera a repetir cien veces.
Gol de Benzema (Real Madrid 1 - Liverpool 0)
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Pero pasaron más cosas. Cuando peor se le ponían las cosas a los ingleses llegó el tanto del empate. Tras un córner en el que Lovren le ganó la partida a Sergio Ramos y dejar la pelota en boca de gol a Mané. El senegalés tocó la bola en la mismísima cara de Keylor Navas, que no pudo hacer nada para evitar el gol. Era el 1-1. Y con 35 minutos por delante...
Gol de Mané (Real Madrid 1 - Liverpool 1)
01:04
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Isco tuvo su gran aparición un rato después, justo antes de salir del terreno de juego para hacer hueco para Gareth Bale. Sirvió Nacho desde la derecha y el andaluz remató dándose la media vuelta. Paró el disparo Kariu como si no la hubiese liado un rato antes.
El gol del galés llegó a continuación. En un servicio desde la izquierda que fue al corazón del área, donde estaba Gareth Bale para hacer una chilena similar -aunque menos estética- que la de Cristiano Ronaldo en Turín. El remate con la izquierda pasará a la historia para ser el segundo tanto blanco en esta final en la que pasaron tantas cosas. Bale, el hombre recordado por aquella final de Copa ante el Barcelona y, a partir de ahora, por el de la final de Kiev. Un gol de chilena en una final de la Champions es, quizá, el sueño de todo niño que quiere ser futbolista.
Gol de Bale (Real Madrid 2 - Liverpool 1)
01:35
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Quedaban algo más de veinte minutos para el final y el partido no estaba ganado. Prueba de ello, el disparo al palo de Mané. También, la ocasión de Cristiano Ronaldo solo delante del portero del Liverpool que desbarató en el último momento Robertson. No parecía la noche del portugués y sí la de Gareth Bale.
Porque el galés armó un disparo desde su casa a falta de seis minutos del final y cuando todos hubieran apostado por una parada fácil de Karius, el portero hizo otro número y se comió la pelota en un nuevo fallo monumental. Era el 3-1 y la Decimotercera ya estaba en las vitrinas del Real Madrid.
El equipo blanco hace historia de esta manera y conquista su tercera Champions consecutiva y la cuarta en cinco años. El hito no tiene parangón. Solo los más veteranos, los que vieron jugar al Madrid de Alfredo Di Stéfano pudieron contemplar algo igual. Eso sí, Cristiano sembró la preocupación en la familia madridista sembrando dudas sobre su continuidad en el Real Madrid el año próximo.
Alfredo García
Coordinador digital de las emisoras de la SER. Anteriormente, y durante más de una década, fue responsable...