El Supremo confirma casi 70 años de cárcel a un anciano por abusar de ocho niñas
El alto tribunal ha rechazado el recurso de José P.A contra la condena de 68 años de cárcel que le impuso la Justicia por abusar de ocho niñas menores de edad en la localidad madrileña de Cadalso de los Vidrios
Madrid
El Tribunal Supremo ha confirmado una condena de 68 años de prisión para "Pepe el de la gasolinera", vecino de la localidad madrileña de Cadalso de los Vidrios que abusó sexualmente de ocho niñas menores de edad del municipio. Los jueces hacen firme su condena al mismo tiempo que confirman que debe indemnizar a sus víctimas con casi 100.000 euros en total.
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Los hechos, tal y como reveló en su momento la Cadena SER, tuvieron lugar a lo largo de varios meses de 2016 en esta localidad de menos de dos mil habitantes de Madrid: el acusado, que regenta la única gasolinera del municipio desde hace décadas, se llevaba a las niñas en su vehículo a unas canteras a las afueras del pueblo y abusaba de ellas, pagándoles después distintas cantidades de dinero. Fue precisamente el dinero lo que alertó a la familia de una de las niñas, que presentó la primera denuncia.
Primero fue la Audiencia Provincial de Madrid la que impuso 76 años de cárcel a este septuagenario por ocho delitos de abusos sexuales, condena que fue rebajada a los 68 años de presidio por el Tribunal Superior de Justicia, incluyendo indemnizaciones que suman 95.000 euros para las ocho víctimas, una de las cuales tiene una discapacidad de casi el 40%.
El acusado lleva en prisión algo más de año y medio: a lo largo de la causa y del juicio se limitó a declararse inocente con unas negativas que los magistrados han considerado "lacónicas" y que no han servido para desvirtuar los testimonios de sus ocho víctimas.
La "vergüenza" de las víctimas
La sentencia del Tribunal Supremo, como ya hicieron antes la del Tribunal Superior de Justicia y la de la Audiencia Provincial, recoge la "vergüenza, incomodidad y retraimiento" de las víctimas en sus declaraciones, lo que a juicio del alto tribunal explica "la reticencia a la hora de narrar lo ocurrido".
Fue durante el juicio ante la Audiencia de Madrid cuando los magistrados dejaron por escrito que "en todas ellas se notaba vergüenza y conciencia de que lo que habían hecho había sido reprobado socialmente" y explicando también que "tienen vergüenza en el pueblo porque las señalan".