Pablo Casado declara la guerra a Sáenz de Santamaría y Cospedal
Giro en la campaña del PP. El exportavoz popular critica a sus adversarias que prefieren no entrar al trapo
“No todo vale”, dicen algunos cargos del PP. Lamentan que él hable de “juego sucio” cuando no deja de lanzar “dardos envenenados”
Fuentes de Génova aseguran que Casado ha enviado a los suyos a Castilla- La Mancha a comprobar el número militantes inscritos
Madrid
Pablo Casado habla mucho de la unidad de su partido pero para algunos populares ayer le dio todo un giro a la campaña del PP al embarrarla hasta el fondo. Cuando esta comenzó todo el mundo daba por hecho que iba a estallar la guerra entre Soraya Sáenz de Santamaría y María Dolores de Cospedal pero, al final, ha sido él quien se la ha declarado a ambas.
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Casado dice que si no es presidente, no ostentará ningún cargo. “Yo no estoy aquí por un plato de lentejas, yo no voy a jugar a la tercera vía, como Patxi López. Yo juego a ganar y voy hasta el final”, señaló ayer ante los medios.
Juego sucio
Además, denuncia continuamente que hay “juego sucio” y aunque no señala a nadie, siempre termina arremetiendo contra las dos dirigentes populares. Tras oír ayer a la exministra de Defensa proclamar que con ella al frente no habrá corruptos en el PP, Casado quiso recordarle lo mucho que él había dado la cara en esto últimos años cuando ella, ante los escándalos, no quería bajar a la sala de prensa de Génova para hacerlo.
También criticó a la exvicepresidenta, tanto por su Operación Diálogo como por desvincularse de la formación conservadora. “He escuchado últimamente esto de que no estaba en el PP. Pues difícilmente puede alguien liderar un partido del que reniega. Yo sí estaba pero llevo dos años. Hay quien ha estado diez”, resaltó.
Cospedal y Saénz de Santamaria intentaron no entrar al trapo. La primera comentó que lo mejor era “no hacer reproches”. Mientras, la segunda, explicó que para ella sus compañeros de partido, no son adversarios políticos. Aunque no pudo evitar defender su papel en Cataluña, resaltando que ella tiene “una querella de los independentistas por defender la unidad de España”.
"Otro dardo envenenado"
Por cierto, la exvicepresidenta también se mostró poco partidaria “de acumular cargos“. Un comentario que a algunos les pareció “otro dardo envenenado”. Esta vez dirigido hacia Cospedal, quien siempre ha sumado varios. Pero en su partido hubo quien se encargó de recordar que ella en la Moncloa ostentaba también muchos.
En las filas conservadoras sorprendió ayer la beligerancia de Casado. Algunos piensan que está nervioso, otros consideran que “no todo vale”. Hay quien no comprende que siempre vaya acusando a sus contrincantes de “ponerle zancadillas”, cuando él no deja de lanzar “dardos envenenados”.
De hecho, fuentes de Génova aseguran que él, por ejemplo, ha enviado a los suyos a Castilla La Mancha para comprobar uno por uno, si existen los militantes inscritos para ver si Cospedal no se los ha inventado.