Se necesitan 220.000 puntos de recarga de coches eléctricos en España frente a los 2.000 actuales
El Comisario europeo Arias Cañete sostiene que la propuesta de reducción de emisiones del Parlamento europeo afectaría al empleo
Madrid
El Comisario Europeo de Energía y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, ha alertado este jueves en Madrid de la necesidad de intensificar la instalación de puntos de recarga eléctrica para cumplir los objetivos europeos de reducción de emisiones de CO2. Sostiene que en 2030 serían necesarios 220.000 en España para cumplir la propuesta de reducción que plantea la Comisión. Y 300.000 para la reducción del 40% que propone el Parlamento Europeo. Al comenzar este año no llegaban a 2.000 en nuestro país.
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Arias Cañete, en la inauguración del IV Foro Nissan para la movilidad sostenible, ha reconocido los esfuerzos que se están haciendo en España, sobre todo desde el ámbito privado, para la instalación de nuevos puntos de recarga. Pero considera que "los datos palidecen frente a la realidad", por la enormidad del reto planteado para conseguir los objetivos de electrificación del parque móvil que están sobre la mesa.
La Comisión Europea ha propuesto la reducción de un 30% de las emisiones de CO2 en el transporte por carretera en 2030 respecto a 2021, con un objetivo intermedio de reducción del 15% en 2025. Para ello, según el Comisario español, sería necesario multiplicar las ventas de coches eléctricos en España: de los 4.000 al año de 2017 a 45.000 en 2030. Y pasar de de unas ventas de 3.500 híbridos enchufables a 284.000 entre ambos años. Con ello, el parque de coches eléctricos debería pasar de los 10.000 del año pasado a 280.000 en 2030, y los híbridos enchufables de 7.000 a 2 millones.
Impacto en el empleo
Los objetivos planteados por la Comisión se han visto superados por los aprobados por el Parlamento europeo este jueves, con la propuesta de una reducción de emisiones en el transporte del 40% en 2030 -un 20% ya en 2025-. Según Arias Cañete la propuesta de la Comisión no tendría impacto en el empleo, que si se podría sufrir si se apuesta por objetivos más ambiciosos. Su departamento calcula que se perderían 12.000 empleos en la fabricación de motores de combustión -de gasolina y gasóleo- si se opta por la propuesta del Parlamento.