La renuncia de Marchena le mantiene al frente del juicio del procés independentista
El presidente de la sala segunda mantiene la presidencia del tribunal y la ponencia de la sentencia
En el Supremo ya buscaban la manera de que su posible elección afectase lo menos posible a los tiempos del juicio
Madrid
La renuncia de Manuel Marchena a presidir el Consejo General del Poder Judicial ha devuelto a la casilla de salida la renovación del órgano de gobierno de los jueces, y también el juicio contra el procés independentista. La previsión de afrontar un cambio en el tribunal queda anulada, con Marchena manteniéndose tanto en la presidencia del tribunal como en la ponencia de la resolución.
El anuncio de ahora fallido nombramiento de Marchena había puesto a funcionar la calculadora en el Tribunal Supremo: si en diciembre iba a ser elegido presidente del CGPJ ya no podía participar en el juicio del procés. Había que cambiar de presidente, otra magistrada debía sustituirle y había que hacerlo todo de manera que afectase lo menos posible al calendario: cuestiones previas en diciembre e interrogatorios en enero.
Las cuentas, con su nombramiento encima de la mesa, decantaban la balanza hacia un tribunal más progresista, con Andrés Martínez Arrieta presidiendo y la magistrada progresista Susana Polo entrando a formar parte de la sala. En el Supremo también buscaban ya la manera de que este movimiento, que finalmente no se ha producido, afectase lo menos posible al calendario.
A las puertas de juicio
Neutralizado el posible cambio de presidente, el juicio del procés se encuentra a apenas un mes del pistoletazo de salida: ayer el Tribunal Supremo daba un plazo de diez días a las defensas para que presentasen sus propios escritos de calificación, solicitando la absolución de los políticos encarcelados y encausados, después de que Fiscalía y Abogacía del Estado hayan hecho públicas sus peticiones de cárcel.
Salvo nuevo cambio de última hora, Manuel Marchena firmará por tanto la sentencia sobre Oriol Junqueras y el resto de líderes independentistas, después de haber sido ponente también de la que inhabilitó a Francesc Homs por la consulta del 9N.