Pesa una PlayStation en un hipermercado como si fuera fruta y se la lleva por nueve euros
Tras intentar repetir la jugada, el joven fue detenido
Madrid
El pasado 17 de septiembre, un francés conocido como Adel accedía a un hipermercado de la región de Montbéliard con el objetivo de llevar a cabo el que, bajo su punto de vista, era el robo perfecto. Un golpe mediante el que el joven de 19 años intentó sacar una PlayStation 4 por un valor muy inferior al que marca el mercado, tal y como recoge el medio francés L'est Republicain.
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Después de analizar las cajas automáticas del establecimiento, y descubrir que no tienen a un ser humano que revise que pagues lo que te estás llevando, el joven llegó a la conclusión de que podía hacer pasar la PlayStation 4 por cualquier otro producto que tuviera un precio inferior a la videoconsola. Por esa misma razón, el protagonista de la historia accedió al supermercado y se dirigió directamente a la zona de las videoconsolas, donde cogería una PlayStation.
Unas naranjas atípicas
A continuación, el joven se fue a la zona de frutas y legumbres y utilizó una de las básculas automáticas para pesar la consola. Después de engañar a la máquina explicándole que estaba pesando unas naranjas, la báscula cayó en la trampa y le entregó una pegatina que describía que estas atípicas naranjas pesaban 3,3 kilos y que tenían un coste de 9,29 euros.
Después de pegar el ticket en la consola, Adel se dirigió a una de las cajas automáticas, escaneó la consola y se marchó del establecimiento sin levantar ningún tipo de sospecha. Por lo tanto, el joven francés consiguió una PlayStation por apenas 9,29 euros, cuando su precio original era de 340 euros.
El joven fue detenido tras volver al establecimiento
Tras descubrir lo fácil que era robar en este establecimiento, Adel decidió volver al hipermercado para repetir la fechoría. Sin embargo, cuando estaba dispuesto a repetir la jugada, el joven francés se encontró con la policía, quien estaba esperando dentro del establecimiento para detener al ladrón.
Según cuentan los medios locales, Adel aceptó su crimen y explicó que había vendido la consola por 100 euros. El joven francés reconoció a la policía que había vuelto al hipermercado para robar una nueva consola con el objetivo de conseguir otros 100 euros por ella y poder así comprar un billete a Niza, donde supuestamente vive.
Meses más tarde, el tribunal de Montbéliard ha condenado al joven a cuatro meses de prisión en un correccional, y la prohibición de volver a pisar un supermercado de esta cadena. Un caso que demuestra el peligro de las cajas automáticas que carecen de control humano, ya que cualquiera puede engañar a la máquina para llevarse cualquier producto sin pagar.
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David Justo
(Astrabudua, 1991) Periodista especializado en tecnología y buscador de historias virales e inverosímiles...