Acompañamos a una familia cuya adopción internacional se paralizó a causa de la pandemia: "Nuestro proceso fue una pesadilla"
Con motivo del Centenario de la SER recuperamos el largo periplo de una familia adoptante que finalmente ha logrado traer a su hijo desde Rusia
Adopciones: el sueño cumplido de Alejandro y Susana
Madrid
"Nuestro proceso de adopción fue un infierno por la dejadez y la falta de empatía que tiene el Estado, o las administraciones, con este tipo de cosas", afirman Alejandro y Susana, los protagonistas de esta historia. Hace algo menos de cuatro años su hijo Gorka, al que habían adoptado, les esperaba a miles de kilómetros, en Vladivostok (Rusia), pero la pandemia por coronavirus lo paralizó todo. También los procesos de adopción, la epidemia supuso un duro golpe para este matrimonio. Según fuentes de la Oficina de Información Diplomática (OID) casi un centenar de familias españolas en proceso de adopción internacional tuvieron que cancelar sus vuelos y, al igual que Alejandro y Susana, muchos se encontraban en la última fase, a punto de viajar para recoger a sus hijos. Una vez abiertas las fronteras alzaron la voz para visibilizarse y solicitar que les permitieran desplazarse cuanto antes y así impedir que los procedimientos se dilataran aún más. En bastantes casos todo se complicó y la espera se convirtió en una pesadilla. El caso de Alejandro Ugarte y Susana Giménez fue uno de ellos.
"Entendemos las muchísimas restricciones que había pero una vez abiertas las fronteras nadie hizo porque pudiéramos viajar de alguna manera. Se podían haber buscado fórmulas para que los padres de un niño que ya está reconocido, que has firmado ante notario, puedan ir a recogerlo. Ha sido un año y medio de absoluto abandono por parte de la Administración". Una adopción internacional es siempre una carrera de obstáculos, el camino es largo y duro, especialmente por las trabas burocráticas en la que además el papel del asesor o asesores elegidos para acompañar a los padres juega un papel esencial y fue ahí donde este caso se enredó aún más. Alejandro y Susana no tuvieron suerte con sus agencias (AIPAME y Créixer Junts). En julio de 2020, cuando intentaban reactivar los trámites, se dieron cuenta de que una de ellas había cometido una serie de impagos. Es el problema de privatizar lo que debería ser público, se ponen en juego las vidas de miles de niños que necesitan un hogar.
El reverso de esta difícil aventura es la cuestión económica. Adoptar no es gratis. Las ECAIs son asociaciones o fundaciones sin ánimo de lucro legalmente constituidas y acreditadas para tramitar las adopciones pero el término "sin ánimo de lucro" no siempre se corresponde con la realidad. Cuesta entender por qué, en algunos casos, son procesos tan caros. El coste dependerá del tipo de adopción, es decir, si es nacional o internacional, y en este último caso los gastos pueden oscilar entre los 6.000 y los 20.000 euros. Las adopciones internacionales resultan más accesibles y por ello su coste es alto. "Nosotros sacamos el dinero pidiendo un crédito y también gracias a los padres de Susana, si no, hubiera sido imposible", afirma Alejandro. Los treinta mil euros que tuvieron que pagar para traer a Gorka a España muestra lo que está pasando: ¿adopción o negocio?
Pese a todos los problemas que encontraron en el camino consiguieron viajar a Vladivostok en octubre de 2021, su hijo llevaba año y medio esperándoles. El pequeño acaba de cumplir ocho años y los ha celebrado rodeado de su familia y de la radio. Por eso hemos querido contar esta historia que comenzó el 20 junio de 2020 en el domicilio madrileño de este matrimonio que vino a nosotros para denunciar algo que era sencillamente injusto. La travesía ha sido difícil pero la sonrisa de Gorka ha borrado los malos recuerdos y nos deja un sabor muy reconfortante. Ya están juntos y forman una familia muy feliz.