El PNV propone una moratoria de 5 años para el 'fracking' en Euskadi
'Fracking ez' ve "un paso en la buena dirección", aunque exige "hechos". EH Bildu y PSE achacan a la "presión electoral" el cambio de postura del PNV
Vitoria
La semana pasada el candidato del PNV a la Diputación, Ramiro González, avanzó que su partido buscaba una "forma legal para impedir el fracking" y esa fórmula ya ha llegado: el PNV propone una moratoria de 5 años para la exploración y explotación mediante el fracking en Euskadi.
El PNV ha concretado hoy esa propuesta a través de nueve alegaciones a la Iniciativa Legislativa Popular contra el fracking que tramita el Parlamento vasco, cuyo veto es "estético" pero no "efectivo" y dejará en suspenso el Tribunal Constitucional como ha hecho en otras comunidades, augura el grupo de Egibar.
En su lugar, el PNV plantea una moratoria de cinco años, ampliable como máximo otros tres más, en la exploración y explotación de "hidrocarburos o gases que supongan, en todo o parte del proceso, la utilización de la técnica de la fractura hidráulica".
La propuesta hace extensiva la suspensión “a los permisos y concesiones ya aprobadas o en trámite de solicitud” que quedarían paralizados en tanto siga vigente la moratoria con el fin de que no corran los plazos y evitar así que las autorizaciones caduquen o se pierdan.
El PNV sustenta su posición en el "principio de precaución" que respalda la "adopción de medidas protectoras ante las sospechas fundadas de que ciertos productos o técnicas como el fracking pueden crear un riesgo para la salud pública o el medio ambiente, pero sin que se cuente todavía con una prueba científica definitiva de tal riesgo".
En ese sentido, propone crear una comisión científica "independiente" dentro del Gobierno vasco y en colaboración con el Estado, para analizar la evolución de la técnica y la "aparición de nuevas fórmulas”, que estaría operativa en un plazo de tres meses, una vez aprobada la ley.
La posición del PNV es importante en la medida en que el Gobierno vasco está promoviendo dos pozos de fracking en Álava a través de la sociedad pública SHESA. El Ejecutivo ha evitado opinar sobre la moratoria y, según fuentes consultadas por Cadena SER, mantiene sus planes y seguirá con la tramitación de los permisos para explorar, hasta que el Parlamento vasco tome una decisión sobre la ILP.
Durante la mañana se han sucedido distintas reacciones a la propuesta. EH Bildu y PSE favorables a la prohibición de esta técnica, no se fían del PNV aunque han admitido que hay un cambio en su posición que atribuyen a la "presión social y electoral".
Según el parlamentario de EH Bildu, Dani Maeztu, “parece que las enmiendas del PNV más que para proteger el medio ambiente del fracking están hechas para proteger al PNV de la amenaza del fracking en campaña electoral”.
“En campaña electoral todo vale para algunos y está claro que los tiempos han empujado al PNV a definir una moratoria porque se le echaban los plazos del la ILP encima y no tenía escapatoria” ha alertado la socialista Natalia Rojo.
Desde el movimiento antifracking, Mikel Otero, ha saludado la decisión del PNV que “es un paso en la buena dirección” pero le ha exigido "pasos firmes e inmediatos" para que su propuesta no quede en un "postureo". En ese sentido, el portavoz de la plataforma 'Fracking ez' Araba ha reclamado al Gobierno vasco que renuncie a sus permisos y deje de destinar dinero público al fracking.