Cifuentes rompe con el pasado
La presidenta de la Comunidad desoye a Aguirre y a González. Mantiene a su portavoz en la Asamblea de Madrid y rechaza recurrir las decisiones judiciales sobre el caso Ático
Madrid
La batalla por el control del PP de Madrid ha comenzado mucho antes de que se inicie la campaña electoral. Está por ver si Génova desinfla este suflé temporalmente hasta el 20-D, pero lo cierto es que la presidenta de la Comunidad de Madrid está dispuesta a marcar un punto de inflexión antes de que el pasado la termine devorando a ella también.
La destitución de Jesús Gómez como portavoz en la comisión de investigación sobre la corrupción ha sido la chispa que ha hecho saltar por los aires una aparente paz que nunca fue tal. Incluso durante la campaña electoral de las autonómicas y municipales, cuando Cifuentes y Aguirre mantuvieron serias diferencias, y donde la estructura del partido en Madrid se volcó con quien ahora se sienta en los bancos de la oposición del ayuntamiento de la capital.
A pesar de que el sector aguirrista del partido está que trina con Cifuentes por destituir al citado Gómez —una indignación amplificada por el mensaje enviado por error a un grupo de Whatsapp por el portavoz parlamentario Enrique Ossorio—, la presidenta del PP ha decidido mirar hacia otro lado y no plegarse a la petición de Aguirre que pidió personalmente la cabeza de Ossorio por dar a entender en esos mensajes que la convivencia entre ambas familias populares no pasa por su mejor momento.
Cifuentes ha avalado o aprobado durante estos primeros meses de gobierno decisiones contrarias a las defendidas anteriormente por el PP. En ocasiones, presionada por el difícil equilibrio parlamentario de quien ya no ejerce el poder con mayoría absoluta. Sus críticos la acusan directamente de plegarse a Ciudadanos con total de manterse en el poder.
No habrá recurso en el caso Ático
El nerviosismo de Ignacio González, que buscó apoyos hasta en el PSOE para no salir corneado de la comisión sobre corrupción, se elevó este martes un punto más. González no ha dudado en levantar el teléfono para intentar que los servicios jurídicos de la Comunidad de Madrid sigan batallando en el caso Ático, después de que la justicia haya rechazado el recurso de González contra uno de los policías que iniciaron la investigación. No habrá recurso, aunque Cifuentes haya dicho en público que los razonamientos son únicamente jurídicos y que la decisión final no está tomada.
La ruptura con el pasado es evidente. Una estrategia quizá valiente pero también necesaria si la actual presidenta aspira a controlar en algún momento a su grupo parlamentario y a un partido aferrado todavía a Esperanza Aguirre. Un grupo de diputados con pasado y poco afines y un partido hecho a imagen y semejanza de Esperanza Aguirre convierten esta desconexión en un camino sembrado de minas y que se verá allanado si Rajoy logra salvar los muebles en las elecciones de diciembre.
Javier Casal
Presento el informativo Hora 14 en la SER. Durante 11 años estuve al frente de la actualidad de Madrid...