Arranca el juicio contra el presunto pederasta de Ciudad Lineal

Madrid

La Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Madrid, la misma que juzgó la tragedia del Madrid Arena, celebra desde este martes la vista oral contra Antonio Ángel O. M, el conocido como el pederasta de Ciudad Lineal, por cuatro delitos de agresión sexual, cuatro de detención ilegal y uno de lesiones.

La Fiscalía pide para él 77 años de cárcel y seis meses de prisión, y una indemnización de 425.000 euros para las víctimas. Además, solicita que una vez cumplida la condena -con un tiempo efectivo máximo de 25 años- se le impongan cuarenta años de libertad vigilada, diez por cada uno de los cuatro delitos de agresión sexual, y la prohibición de acercarse a menos de un kilómetro de sus víctimas.

La acusación particular la ejercen los familiares de dos de las menores. Los representantes legales de una de las niñas reclaman 146 años de cárcel, una petición bastante más alta que la de la Fiscalía al considerar que el procesado cometió un delito de homicidio en grado de tentativa sobre una de las menores. También se han personado dos acusaciones populares, la Asociación de Mujeres Clara Campoamor, que pide 78 años de cárcel para el supuesto pederasta, y la Asociación Laxshimi, que reclama 115 años de cárcel. El letrado de la defensa solicita a la Sala la libre absolución.

Una cadena de agresiones sexuales

La primera agresión que se atribuye a Antonio O. sucedió el 24 de septiembre de 2013, cuando abordó a una niña de cinco años en un parque infantil y la engañó diciéndole que conocía a su madre y que tenía que darle unas bolsas. Una vez en el interior del vehículo al que la llevó, supuestamente abusó de la niña antes de abandonarla en una caseta de jardinería, donde dos personas la auxiliaron y la llevaron a su domicilio.

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La siguiente agresión ocurrió el 10 de abril de 2014, cuando una niña de nueve años salía con dos amigas de una tienda de chucherías del barrio de Ciudad Lineal y el procesado la engañó prometiéndole que le regalaría ropa. También en el interior del vehículo la drogó y la condujo hasta un inmueble donde le agredió sexualmente. Después, y para eliminar las pruebas, duchó a la pequeña para abandonarla posteriormente en una parada de Metro.

Más tarde, el 17 de junio, volvió a persuadir con engaños a una niña, en esta ocasión de seis años, consiguió llevarla hasta un lugar apartado, donde consumó la agresión sexual. También en este caso obligó a la menor a lavarse el cuerpo en la ducha antes de abandonarla en plena calle.

Dos meses después, el 22 de agosto, abordó a otra niña de 7 años en un momento en el que se separó de su hermano y de su tío con quienes jugaba en las inmediaciones de un parque. Con la excusa de dar una sorpresa a su abuelo, la introdujo en su coche y la condujo a un descampado para agredirla sexualmente antes de abandonarla. Todas ellas presentan un cuatro de secuelas físicas de diversa consideración.

Psicosis en Ciudad Lineal

Antonio Ortiz se encuentra en situación de prisión provisional desde que fuera detenido en Santander a primera hora del día 24 de septiembre de 2014, un año después de agredir a su primera víctima. Se refugiaba en casa de su tío.  Dormía en un colchón tirado en el salón, donde fue hallado por la policía.

El supuesto pederasta tuvo en jaque a la Policía y al barrio de Ciudad Lineal en estado de psicosis durante un año: se registraron llamadas desde cabinas telefónicas a la Policía afirmando ser el agresor, otros pederastas fueron detenidos en la operación de búsqueda, y por muchos dispositivos que se desplegaban por el barrio, el procesado siempre conseguía escapar.

Una de las pistas que llevó a su detención fue la información que aportó la última víctima, que no fue drogada. La niña relató que durante el traslado forzoso en el vehículo del pederasta, éste realizó varias llamadas telefónicas. La Policía, que sabía la zona y la hora donde se realizaron, localizó las llamadas y cruzó los datos con las imágenes de los coches grabados por las cámaras de seguridad de la zona a esa misma hora. La niña también ayudó con la descripción física del procesado. Dijo que tenía "algo en la cara como su mamá": una verruga.

Antecedentes

Según el sumario, Antonio Ortiz tenía antecedentes penales. El pederasta de Ciudad Lineal fue condenado en 1998 a 9 años de prisión por raptar a una niña durante una hora y abusar sexualmente de ella. También ha sido condenado por robo con violencia. Y constan en su historial denuncias por malos tratos.