Hiba Abouk relata cómo le afectó su divorcio del futbolista Achraf Hakimi: "Me quedé consumida. Mi familia se rompió"
La actriz se ha sincerado como nunca en una entrevista con Vicky Martín Berrocal
La actriz Hiba Abouk en el podcast de Vicky Martín Berrocal.
En el último año la vida de la actriz Hiba Abouk ha dado un giro de 180º. La intérprete llevaba años saliendo con el futbolista Achraf Hakimi, se habían casado y tenía dos hijos en común. Ella había dejado de lado su carrera para centrarse en su familia, que vivía en París, donde él trabajaba. Sin embargo, el pasado marzo una joven denunciaba que había sido agredida sexualmente por el jugador y eso precipitó el anuncio de la ruptura amorosa de la pareja, sobre la que se llevaba especulando meses. Abouk ponía tierra de por medio y se mudaba a Madrid con sus hijos para retomar su profesión. Ahora, un año después de que todo estallara, confiesa en una entrevista en el podcast A solas con de Vicky Martín Berrocal cómo ha vivido todos estos cambios dolorosos e inesperados para ella.
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"Han pasado muchas cosas en mi vida en este último año. Muchos cambios, muchas cosas muy buenas últimamente y muchas cosas muy duras de encajar también, que te hacen más fuerte y que te hacen replantearte todo lo que tienes alrededor... La gente que te escucha, la gente que te mira, la gente que te apoya, la gente que está, la gente que dice estar y que no está y te coloca en tu sitio", comienza reflexionando la artista. Ella, natural de Madrid de padres tunecinos, asegura que siempre ha elegido ser "libre" por encima de todo y eso también le ha traído soledad en muchas ocasiones.
En la entrevista, repasa sus comienzos en la profesión, lo que le costó hacerse un hueco y decidir que quería dedicarse íntegramente a ser actriz. Abouk, de 37 años, también se sincera sobre lo que siente por sus hijos, Amín, de cuatro años, y Naím, de dos, un amor "infinito" que no sabía que podía tener hasta que los tuvo en sus brazos. Confiesa que para ella la prioridad era tener una familia y ser madre, por eso la ruptura amorosa no fue fácil y mucho menos el revuelo mediático que causó, especialmente porque había niños de por medio. "Todo lo que tenga que ver con el núcleo de tu familia es más duro de encajar y es ahí donde yo me he dado cuenta que lo he resuelto muy bien. La gente me lo ha dicho, qué bien te callaste cuando decidiste callaste, qué bien has hablado cuando decidiste hablar y qué bien lo estás haciendo", señala.
"¿Cómo se sale de una historia así? Se sale... Hay que pensárselo con muchísimo tiempo, debatiendo mucho contigo misma y con él, por supuesto, porque es el implicado y lo que hay que hacer siempre es salir sin egos y con muchísima tranquilidad. Lo más importante para mí era salir y que cualquier decisión que tomáramos fuera pensando en los niños, que son los importantes, que no les perjudicara a ellos ni lo más mínimo nada de lo que estaba pasando", apostilla. "Salí de ahí con la calma, es difícil porque tu sistema nervioso está a punto de petar porque pasan muchas cosas, pero a mí me ha ayudado muchísimo el deporte para desfogarme y relajarme, el boxeo, el pilates, el yoga.. También me ha ayudado mi terapeuta, el calor de mis amigos, que ha sido incondicional... Todo eso ha hecho que me sintiera fuerte para tomas todas las decisiones que tenía que tomar. Pero he tenido momentos durísimos, me quedé consumida, me consumí físicamente, era una decisión muy dura para mí. Yo lo dejé todo por mi familia y mi familia se rompió", confiesa.
Para afrontar esta situación, al igual que otros momentos duros en su vida, admite que le ha sido clave hacer terapia. "Cuando me miro al espejo me gusto muchísimo, cada día más. Admiro mi tesón, mi constancia. Mi mayor virtud es la resiliencia, la capacidad de sobreponerme a cualquier golpe", concluye.
