Los amigos de Adolfo Suárez

España vie pendiente del, en palabras de su hijo, "inminente" final del que fuera primer presidente de la democracia, Adolfo Suárez González, cuya figura y contribución a la Transición han sido ensalzadas por toda clase política. en 'Hora 25', hemos reunido a algunos de sus amigos para recordar el lado más humano de uno de los hombres que cambió la historia de España.

Un amigo de la infancia, una de las diputadas que siempre estuvo a su lado y el hijo de Santiago Carrillo recuerdan la figura del expresidente Suárez. El hombre que dirigió la transición, con su talante conciliador y sus dotes para la oratoria, conquistaba con su carácter a todos los que le rodeaban.

"La amistad es fácil si hay lealtad y confianza"

Fernando Alcón es amigo desde la infancia de Adolfo Suárez, militó en la UCD y fue diputado por Ávila. "La situación es crítica, angustiosa, hay momentos en que se ve que no puede respirar, se ve que lo está pasando francamente mal", explica tras pasar en la mañana y en la tarde de este jueves por la clínica Cemtro. Conoce a Adolfo Suárez desde el bachillerato y nunca se han separado. "Es fácil si hay lealtad, si existe una confianza mutua, eso hace perenne la amistad", comenta emocionado mientras asegura que el expresidente siempre buscaba el apoyo de sus amigos para liberar su mente de asuntos importantes. "Cuando íbamos a Moncloa para su mujer era un alivio, se encontraba a gusto, sabía que no había ninguna doblez, no iba a encontrar nada que lo fastidiara", recuerda. Tan cercana era su relación que el hijo de Fernando llegó a convivir cuatro años con la familia Suárez cuando estudiaba en Madrid.

"Se vive muy mal el deterioro en su salud. Hemos estado a su lado, hemos ejercido de amigos, ni más ni menos. Nos dejó de reconocer hace tiempo, desde 1998 empecé a notar cosas raras y luego fue aflorando y precipitándose todo", cuenta con angustia sobre la enfermedad del expresidente.

"Suárez le ahorró a este país mucho sufrimiento, quizás también sangre"

Nona Inés Vilariño fue otra de las personas que mejor conocía a Adolfo Suárez dentro y fuera de la política. Ella fue diputada por UCD en las primeras cortes Constituyentes. "A mí me ocurrió lo que a tanta gente, hablaba para mí, lo que decía era singularmente para mí. Empaticé con él de una manera muy intensa y siempre fui de las personas en las que él confiaba. Me dio la oportunidad de compartir con él conversaciones personas que me confirmaron que era un ser especial", recuerda en su conversación con Àngels Barceló.

Nona destaca especialmente su encanto con la palabra. "Era una persona a la que le gustaba hablar y ponía mucho pasión, era difícil que no te convenciera. Le llamaban encantador de serpientes, aunque es exagerado. Él transmitía en lo que creía con pasión y convicción. Así se trabajaba con él", explica mientras señala convencida que "desde luego la transición no hubiera sido como fue sin él". "Suárez le ahorró a este país mucho sufrimiento, quizás también sangre, aunque suene un poco fuerte. Adolfo supo enfocar la transición y ver lo que realmente había que hacer si no queríamos volver atrás", sentencia sin olvidar que el partido lo dejó solo en el peor momento. "Él sintió el frío de la soledad del político, los que le queremos, arrastramos un profundo sentimiento de culpabilidad".

"Carrillo y Adolfo Suárez se tenían un gran cariño"

Jorge Carrillo, el hijo del mítico dirigente del Partido Comunista, también ha querido recordar la relación de su padre y el hombre que pilotó la Transición. "Fue una relación de gran estima. Adolfo Suárez ya mandaba mensajes antes de la famosa reunión, por ejemplo, con poesías de Machado. Tuvieron una relación de tremendo respeto el uno por el otro, y al mismo tiempo de gran cariño. Estando ya enfermo Adolfo, Santiago le visitó para mostrarle el aprecio que tenía por él", ha relatado.