Los médicos de familia dicen ‘basta’
Denuncian que con la crisis padecen una situación "insostenible"
Barcelona
Se trata de un colectivo imprescindible en nuestro sistema sanitario, los primeros profesionales a los que acudimos cuando nos encontramos mal, pero Los médicos de familia denuncian que, por falta de medios, de personal y por los constantes recortes, están al límite. Esta mañana en Hoy por hoy con Gemma Nierga hemos hablado con el Doctor Josep Basora presidente de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria que el pasado jueves se reunió con el ministro de Sanidad, Alfonso Alonso para explicar la situación en la que trabajan.
El doctor Josep Basora, presidente de la semFYC alerta sobre el deterioro de la atención primaria
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“Todo el mundo admite que somos muy importantes, pero con la crisis estamos padeciendo una situación que se ha vuelto insostenible”. Eso es lo que asegura Josep Basora, médico de atención primaria y presidente de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria y así se lo hizo saber al ministro el pasado jueves cuando fue recibido junto a otras dos asociaciones que representan al colectivo. La acogida del ministro fue “buena” admite Basora, pero por el momento se queda en eso, en palabras.
Plazas vacantes que no se cubren
¿Por qué son tan importantes los médicos de familia? “Somos los más próximos al paciente y depositan su confianza en nosotros” explica el presidente de semFYC. Las encuestas lo confirman, la satisfacción de los usuarios es alta en el sistema público de salud y los estudios avalan su trabajo. Pero la práctica es otra cosa. “Nuestra tecnología es un médico de familia y una enfermera, si nos falta volvemos a una situación de masificación”. La excusa de la crisis ha servido para acabar con la reposición personal tras las jubilaciones y dejar plazas vacantes. “Y esto hace que cuando un paciente vaya al centro de salud, no le vea el médico” denuncia Basora. Pero la solución es compleja y más cuando las competencias sanitarias están en las comunidades y cada una tiene su criterio.
Ni diez minutos por paciente
“El deterioro de la sanidad pública en general en esta último década ha sido mayor y en la Comunidad de Madrid especialmente”. Quien hace esta afirmación es el doctor Javier González, médico del centro de Salud Potes en el distrito de Villaverde de Madrid. Hace diez años González junto a médicos de otras 9 comunidades autónomas convocaron una huelga para pedir, simplemente, disponer de al menos diez minutos para atender a cada paciente. “Hoy estamos por debajo de diez minutos en todos los sitios, seguro” explica. Los “Diez minutos” sirven de lema reivindicativo, pero la solución pasaría por dejar a los propios médico organizar la agenda “porque no todos los pacientes son iguales” asegura Basora que pide tener cierta capacidad de influir en la organización: “queremos incidir en nuestro trabajo y poder dar un mejor servicio a quienes nos debemos, que son nuestros pacientes”.
Privatizar o no, esa es la cuestión
“Dentro de lo que hay, los centros de salud, en general, tienen suficiente capacidad para resolver en el día a día todos los problemas que tiene, eso sí, a costa de un sobrecarga de trabajo muy importante” explica el Doctor González, que conoce bien el abandono al que ha condenado la Comunidad de Madrid a los centros de la periferia. Una sencilla regla de tres diría que contratando a más personal descendería esa carga “pero como en la Comunidad de Madrid se trataba de privatizar el sistema, todo esto no tenía ningún sentido”. Este médico de familia de uno de los distritos más empobrecidos de la capital todavía tiene esperanza en que los nuevos gestores que lleguen sean de los que piensan “que los servicios públicos son algo que garantiza la equidad y que el derecho a la salud no tiene por qué ser dependiente de tu estatus económico". Las cifras son apabullantes: “en los tres últimos, denuncia González, años “han desaparecido 6250 profesionales”. Los diez minutos parecen un objetivo lejano, más aún cuando la principal prioridad parece simplemente conservar el sistema de sanidad público que, de momento, sale adelante, gracias al esfuerzo y las horas de más que casi de forma altruista realizan estos profesionales.