La vida y la muerte en la semana decisiva
En esta mañana de dolor en Ecuador comienza la última semana hábil para fraguar en España un acuerdo de legislatura o de gobierno del que los populares se han caído
La opinión de Pepa Bueno: 'La vida y la muerte en la semana decisiva'
02:16
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/001RD010000004097160/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>
Madrid
Comenzamos la semana con el corazón encogido pensando en los ecuatorianos víctimas del terremoto, en sus familiares y amigos, tantos de ellos en España. Ya son 272 los muertos y más de 2.000 las personas heridas.
Más información
Esta mañana de dolor en Ecuador es la primera para la esperanza para las tres familias de refugiados que el Papa se ha llevado de Lesbos al Vaticano. Es sólo un gesto, sí, allí y repartidos por el mundo quedan muchos miles, millones sin atender. Sí, pero la política y la vida son gestos también. Otros llevan semanas levantando vallas.
Aquí en España han pasado 72 horas desde que el gobierno perdió a uno de sus ministros por mentir y tener empresas en paraísos fiscales, y el presidente no ha tenido a bien todavía ofrecer explicaciones a los españoles. Esta semana tendría una ocasión de oro porque todos los grupos menos el PP eran partidarios de convocar una sesión de control al gobierno, pero el PP se opone.
Así comienza la última semana hábil para fraguar un acuerdo de legislatura o de gobierno del que los populares se han caído, porque no les interesa y no han movido un dedo para conseguirlo, y porque no hay partido que pueda acercarse sin achicharrarse a esta manera de ejercer la política de un Rajoy acorralado hoy por la gestión de los suyos en Valencia, en Baleares, en Granada, en Madrid, en Génova, o en su propio consejo de Ministros.
Así comienza la última semana, y hoy sabremos el resultado de la consulta de Podemos a sus bases, donde salvo sorpresa, ganará la propuesta de Iglesias: el sí a un gobierno en minoría de izquierdas con la abstención de nacionalistas e independentistas y el no al pacto transversal que pretende Pedro Sánchez.
Y Sánchez inicia el tiempo de descuento sabiendo que a la derecha ya no tiene más campo de juego y tanto para ir a elecciones como para una solución in extremis sólo puede mirar a la izquierda.