No se equivoquen: son los mismos de siempre

Madrid

Por si no se habían dado cuenta, ha ganado el Partido Popular. Y además, ha mejorado sus resultados del 20-D, único partido de los cuatro grandes –por llamarles de alguna manera, porque cada vez son más pequeñitos- que puede decir lo mismo.

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Estaban muy contentos, y se entiende, en su sede, y andaban de peor humor en las demás, porque el PSOE perdió todavía más diputados, Rivera se estrelló y Pablo Iglesias tuvo que enterrar las ínfulas de gran líder con las que ya se paseaba por guateques y saraos. El consuelo de Sánchez es, que a pesar de todo, ha resistido el envite podemita y sigue como la primera fuerza de la izquierda, lo que le permite, además, ser dueño de sus decisiones, que no es cosa baladí para estos tiempos que atravesamos. Dicho lo cual, vuelta la burra al trigo: ¿quién va a gobernar si nadie tiene la mayoría necesaria?

Dejemos que los cálculos se asienten, pero seguro que ustedes, tan cariñosos y consentidores, le van a dejar decir a este Ojo que anoche se le revolvía el estómago cuando el mismo ministro del Interior que hozaba en las porquerizas en busca de detritus leía los resultados de las elecciones. Incluso cuando veía el balcón de la sede de Génova, tan remozada con dinero negro como el carbón.

Ya, ya sé que han ganado. ¿Y?