El PP, exigencias además de trapacerías

Madrid

Ya asoma la patita el PP, con feas exigencias a esa gestora socialista que navega en chalupa por los procelosos mares de la política, entendida al modo de los navajeros que todos conocemos. Si entre los llamados críticos por unos o susanistas por otros, creían que ya habían llegado a la meta con el degüello de Sánchez, es que no saben ni por dónde andan ni con quién se juegan los cuartos. Ya lo comprobarán, que hoy mismo podemos disfrutar del espectáculo.

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Ahí tienen a ese Partido Popular, que mientras por un lado compone una lista de exigencias al PSOE —hay que ser desahogados—, por otro vuelven a las artimañas y engañifas procesales que tan caras le son al partido de Mariano Rajoy. Expertos en ensuciar no solo la vida política, sino también la judicial, léase Federico Trillo como ejemplo supremo, volverán a despertar a todas sus células dormidas en fiscalías y judicaturas para intentar cargarse, con las malas artes propias de los fulleros, todos los juicios por el caso Gürtel, que son unos cuantos.

Incapaces de asumir las responsabilidades de tanto latrocinio, van a tratar de escabullirse por las rendijas que les husmeen sus bien pagados leguleyos. Indignidad sobre indignidad. ¿Pero acaso podemos exigir decencia en esta separación de poderes a quienes nombraron a un militante del PP para presidir el Tribunal Constitucional? Trabajo baldío. Olvídenlo.