Fiscales a discreción
Deslumbrada por el caso Nóos, la semana deja una mezcla de política y justicia con el Gobierno comentando el papel de la fiscalía
Madrid
Algunas semanas la información política se extravía y no está en los parlamentos ni en los partidos, sino que hay que cazarla en los juzgados. Ocurre también en otros países, lo cual no es un alivio. Superados los congresos de Podemos y del PP (el de Podemos se alargó hasta ayer con el pacto entre Iglesias y Errejón), la actualidad ha mezclado sentencias, juicios y una pugna en la fiscalía que, como no tiene nada que ver con la política, tiene todo que ver. Hasta el Congreso de los Diputados impulsa investigaciones sobre las cajas y sobre la 'Operación Cataluña' en lo que el portavoz Rafa Hernando ha llamado "un fervorín investigador". Señal de que las comisiones repelen al PP pero, ya que no puede frenarlas, intentará que afecten a los demás partidos. En el argot se llama tener a punto el ventilador. Las comisiones de investigación planearán sobre una vida parlamentaria extraña, en la que el primer partido sobrevive en minoría, el segundo intenta aprovechar en las encuestas lo que llama 'oposición útil' y el tercero prepara una nueva estrategia que contempla 'cavar trincheras' en la Cámara y en la calle.
La noticia que pasará al anuario es, de largo, la sentencia del caso Nóos, que PP, PSOE y Ciudadanos interpretan como la demostración de que la justicia funciona en nuestro país. Podemos, sin embargo, subraya la diferencia entre las penas que pedía el fiscal y las que finalmente se aplicarán: "La justicia no es igual para todos", sostienen. Pero una cosa es que los políticos comenten el trabajo de la justicia y otra que ronde la sospecha de que tratan de interferir en él. Si lo más sonado ha sido el juicio a la infanta, puede que lo más sintomático esté en las palabras del ministro de Justicia, al que le parece "anómalo" que los fiscales quisieran imputar al presidente de Murcia, Pedro Antonio Sánchez, contra el criterio de la Fiscalía General del Estado. La oposición venía quejándose del supuesto uso político de la fiscalía por parte del Gobierno.
Esa misma queja es recurrente entre el soberanismo catalán, que se prepara para el juicio a Francesc Homs de finales de mes y que asiste a la reaparición mediática de Artur Mas. El expresident, que nunca se había expuesto tanto en los medios desde que dio "un paso al lado", se ha quejado en Madrid de "la violencia" que el Estado estaría aplicando en Cataluña. El asunto catalán va camino de encenderse más, por lo que parece preocupante que en el debate público algunos dirigentes hablen de una supuesta violencia. Argumenta Mas que el Gobierno está preparando la intervención en Cataluña, aunque quizá la escalada verbal tenga más que ver con un posible adelanto electoral.
Con lo espectacularizada que está la política, resulta curioso que las claves de la semana se hayan movido esta vez con discreción. Así, la polémica del ministro Catalá con la fiscalía pasó a un plano secundario tras la absolución de la infanta y la condena a Urdangarín. Discretamente negociaron Iglesias y Errejón el nuevo reparto en Podemos tras posar juntos y sonrientes en el Congreso. Con la candidatura del exnúmero dos para Madrid -que en teoría tendrá que decidirse en primarias- se demostrará si Podemos ha sabido cerrar su asamblea o la ha cerrado como lo hacen los demás: a medias.
Y también discretamente atravesó la semana una frase que dejó caer Mariano Rajoy y que marcará esta legislatura. Rajoy afirmó en TVE que no adelantará las elecciones aunque no apruebe los presupuestos para este año. "Eso sería un disparate", dijo. Aviso a diputados: Rajoy piensa resistir, con o sin comisiones de investigación. Con o sin juicios como el de Gürtel. Rajoy resistirá incluso sin cuentas públicas. Los demás partidos han tomado nota y se dan tiempo para tomar posiciones. Con discreción, claro. Que ha bajado el suflé político y se diluyó aquel "fervorín" por salir en la tele todo el tiempo. Ahora hay quien incluso puede dedicarse a comentar el trabajo de la Fiscalía.