La alimentación saludable es ya un tema de Estado en Chile

Madrid

Países como Chile, con un 63% de personas con sobrepeso, han decidido intervenir contra la obesidad y han lanzado una ley de etiquetado de alimentos obliga a marcar claramente, con una señal de stop negra, cuándo un producto tiene demasiado azúcar, demasiadas sales, demasiadas calorías o demasiadas grasas saturadas. Hemos podido hablar con Guido Girardi, el senador chileno que ha formado parte del equipo que ha lanzado esta norma y que ha incidido en la "poca moralidad" de lobby publicitario con el que han tenido que luchar para poder poner a funcionar esta ley, que ha conseguido apartar los procesados con mucho azúcar y grasa de los colegios infantiles y del espacio publicitario.

La obesidad, el sobrepeso y las enfermedades relacionadas se están disparando: hoy, 4 de cada 10 personas tienen sobrepeso, y el número de obesos se ha duplicado desde los años ochenta. Este problema nos afecta en los llamados 'países ricos' pero también, y de forma más grave, afecta a los países en vías desarrollo. En muchos de ellos han pasado de luchar con todas sus fuerzas contra la desnutrición, el hambre, a enfrentarse a otro enemigo: la malnutrición, digamos, por exceso. 

Israel Ríos, oficial de nutrición de la FAO para América Latina y el Caribe, nos ha contando que en esa región solo un 5,5% de la población vive subalimentada.  Pero no debemos olvidar que aún más de 6 millones de niños sufren desnutrición crónica, lo que es un problema gravísimo. "El principal motivo de este problema es el cambio de los patrones alimentarios. Cada vez más gente vive en las ciudades y la región se ha integrado en los mercados internacionales de la alimentación: todo esto ha reducido el consumo de preparaciones tradicionales y ha aumentado el consumo de productos ultraprocesados", explica el oficial.

Emilio Martínez de la Victoria, catedrático del Instituto de Nutrición y Tecnología de los alimentos de la Universidad de Granada nos ha explicado que las pirámides alimentarias han evolucionado y cada vez se dividen menos en tipos de alimentos y más entre frescos, procesados y ultraprocesados. "Los alimentos procesados están presentes desde hace muchos años pero últimamente son más diponibles y muy baratos, además muy apetecibles. Entre la población infantil está muy publicitado y esos reclamos lo hacen más consumible sin tener necesidad", ha apuntado Martínez de la Victoria.