¿Cómo romper este bucle infernal?

El Parlament reivindica la figura de Puigdemont, con los votos de los suyos

y con los partidos constitucionalistas cruzados de brazos. Un dislate. Horas

después, Puigdemont renuncia a ser presidente de la Generalitat. Bueno, ya

hemos dado el primer paso hacia la racionalidad. Y a continuación, sin

siquiera un punto y aparte, Puigdemont propone a los suyos que voten a

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Jordi Sánchez, inquilino en Soto del Real, para el cargo. O sea, que no

salimos del raca-raca de Peridis y unos y otros van a conseguir que este

bucle infinito de desatinos acabe con la paciencia del respetable, hartos los

ciudadanos de este juego ridículo que desprecia los intereses de la

comunidad a la que dicen servir. Si Puigdemont, inteligencia normal, como

ustedes y como yo, sabía desde el primer día que su candidatura desde

Bruselas, allá lejos, era un sindiós, ¿para qué perder tanto tiempo y no

ganarlo en negociaciones serias? Ahora iniciará el president del Parlament,

Roger Torrent, una rueda de consultas para ver si se acepta o no a Jordi

Sánchez como candidato o qué otro nombre se pone sobre el tapete. Más

tiempo perdido. No vamos a salir de este esperpento, enredados todos en

tontos faroles de un póquer peligroso. Ahora bien. Reafirmado todo lo

anterior, ¿qué pasaría si Jordi Sánchez saliera ya de la cárcel, después de

cuatro meses de prisión preventiva?