Cándido Ibar: "La sentencia de vida tampoco es una rosa"
El padre de Pablo Ibar, el español que ha pasado 16 años en el corredor de la muerte por un triple asesinato en Florida, es entrevistado por Aimar Bretos después de que un jurado haya condenado a su hijo a cadena perpetua
Cándido Ibar: "La sentencia de vida tampoco es una rosa"
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El jurado ha decidido condenar a Pablo Ibar a cadena perpetua y no a pena de muerte, como también estaba contemplado. A pesar de una sentencia tan dura, para el español y su familia supone un respiro porque, por fin, después de mucho tiempo, supone que la vida de Pablo no está en juego: ya no podrá ser condenado a muerte nunca más. La defensa va a apelar la decisión del jurado y seguirá con su lucha para que pueda salir de prisión algún día. Mientras, su padre no oculta su alivio en esta entrevista a Cadena SER:
¿Cómo están?
Mejor que ayer. La sentencia de vida tampoco es una rosa, pero por lo menos… Con el miedo que teníamos a la pena de muerte, estamos bien.
Tiene que ser muy duro celebrar como la mejor de las noticias posibles el hecho de que su hijo haya sido condenado a pasar el resto de su vida en la cárcel.
Es muy duro, pero la alternativa era peor. Así que, de lo malo que hay, hay que coger lo mejor.
¿Han podido hablar con Pablo después de conocer la sentencia?
No, no, solo un gesto justo. Porque hasta ahora no hemos podido hacer ni siquiera un saludo ni un guiño ni nada. Estaba totalmente prohibido incluso mirar fijamente. Así que, ahora, cuando ha pasado, hemos mirado un poco... saludar un poco, y ya está. A ver si esta noche o mañana puede llamar. Cuando pueda llamará y hablaremos un poco por teléfono.
¿Cómo han vivido estas últimas semanas de juicio?
Mal, y además hoy ha sido muy fuerte. El fiscal ha cogido su turno para cerrar (el juicio). Ha sacado todo otra vez: los vídeos y las fotos. Ha sido muy duro, pero al final lo hemos conseguido. A fin de cuentas de lo que se trataba era de conseguir lo que había.
Llegados a este punto, ¿usted está convencido de que su hijo no mató a estas personas?
Nosotros estamos convencidos. Tanto como nosotros como los abogados. El experto que trajo la Fiscalía, el último testigo, declaró que él no podía dar un veredicto a esa cámara, a esa fotografía. No hay una cosa concluyente. Y tenemos una prueba muy grande: es Tanya.
Tanya, que es la mujer de Pablo, sostiene desde el primer momento que estaban juntos la noche en la que fueran asesinadas estas tres personas.
Y sigue con ello. Y ahora no son 2 años, ya son 25 años. Sigue y está con él. Yo creo que es una prueba muy sólida.
Tienen juntos dos hijos de 7 y 12 años. ¿Cómo se le explica a un niño de 7 y 12 años que su padre va a pasar el resto de su vida en la cárcel?
Hay que trabajarlo. No se puede decir de un día para otro. Ellos esperaban hace tres meses que iba a salir y venir a casa. Y luego se les ha tenido que explicar de alguna manera que todavía no. Pero cuando empiecen a visitarle otra vez en persona se animarán un poco. Él sabrá explicarles un poco cómo son las cosas. Hay que ir poco a poco y hacerles entender. Hay que empezar de nuevo.
Empezar de nuevo sabiendo que su hijo ya no va a dormir en el corredor de la muerte sino en una prisión, digamos, para delincuentes habituales.
Sí, va a estar mucho mejor de lo que estaba antes. Porque eso de estar (en una celda) de dos metros por tres todos los días y todos los años... No sé ni cómo se puede vivir. Gracias a Dios, el mismo jurado hoy le ha quitado la condena de pena de muerte. Así que, de lo que cae, hay que agradecer.
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