"No nos importan los resultados electorales"
La mayoría de los manifestantes asegura haber votado, algunos "con pocas ganas", pero todos quieren "lograr un cambio"
Diferentes edades, diferentes motivos, pero un mismo punto de encuentro: la Puerta del Sol. Éstos son los testimonios de algunos de ellos. / MARÍA CRESPO / BÁRBARA PUYOL / SARA DE ANDRÉS
"No nos importan los resultados electorales creemos que hay objetivos más importantes", Víctor, portavoz de la también llamada ''revolución amarilla''.
"Las razones por las que estamos aquí son las que no benefician al PSOE, no el movimiento del 15 de marzo", opina un ciudadano desde la Puerta del Sol de Madrid. La mayoría de los manifestantes asegura haber votado, algunos "con pocas ganas", pero todos quieren "lograr un cambio".
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"No creo que este movimiento haya cambiado el voto de muchos ciudadanos, más bien está sirviendo para canalizar nuestra frustración y mostrar la vergüenza ajena que nos da una clase política, que a la que también sentimos ajena", cree otro manifestante.
En un ambiente festivo, miles de personas continúan en el kilómetro cero de la capital española, en el que se ha realizado un minuto de silencio, por primera vez sincronizado en toda España, a las 23:59 que ha terminado con un fuerte aplauso de los ciudadanos concentrados y gritos de "¡que no, que no, que no nos representan!". Este lunes termina prohibición expresa de la Junta Electoral Central y Provincial sobre las concentraciones. A partir de ahora, el mandato sobre la acampada corresponde exclusivamente a Delegación de Gobierno de Madrid y al Ministerio del Interior.
Sol sí votó
Javier tiene 29 años, es de Madrid, y siempre ha votado en blanco. Esta vez también iba a hacerlo, pero "me he informado y he decidido votar a un partido minoritario". Christian, de 25, también de Madrid, ha votado porque considera que es un derecho que todos debemos ejercer. Lleva en la Puerta del Sol desde el miércoles y permanecerá hasta el próximo domingo, como se aprobó en la asamblea de este mediodía. Pilar y Amelia, de unos 50 años, se han acercado este domingo por primera vez al kilómetro cero de la capital: "Hemos votado con pocas ganas pero deseamos de verdad que esto cambie".
Ana tiene 36 años y lleva en brazos a su hijo Ismael, de dos. "Nos hemos venido acercando desde el miércoles, en mis ratos libres. Hoy he votado porque quiero cambiar el sistema". Anne cree que todo el mundo debería venir a ver lo que está pasando en Sol. Santiago, de 24 años, lleva en la plaza desde el martes, y está convencido de que en la puerta del Sol se anima a votar para cambiar. De hecho, él es la primera vez que lo ha hecho.
Maria y Alma son madrileñas, de 24 y 22 años, y es su primer día en Sol. Ambas han votado. "Yo pienso que si no votas no tienes derecho a opinar", explica María, a la que le gustaría "que se vigilara el fraude en la política y que se vigilaran más las cuentas de las empresas". Alma desea que se escuche a la gente, "que no parezca que todo da igual". Manuel tuvo una charla el viernes con sus compañeros de trabajo: "Aquí tiene que haber más unión, pero no solo ahora, no decir que sí y luego nada. Tenemos que estar unidos, y luego luchar para que el que gana 800 euros gane 1.200. Había miedo en los compañeros, por si había despidos, pero yo he decidido venir aquí e intentar entender. Me he decidido porque estoy harto".
Elisa es gallega y ha votado por correo, "como la mayoría de mis compañeros de residencia". Pero a la pregunta de si cree que la acampada en Sol reducirá los votos en Madrid, responde corriendo su compañero Carlos: "No creo, a la mayoría de los que estamos aquí nos interesa mucho la política".
Yolanda y Carlos son matrimonio desde hace más de 15 años. Carlos no está "en contra del capitalismo, pero tiene que haber más control. Llevaba mucho tiempo harto, pero aún así he votado".
La abstención de Paco
Resulta difícil encontrar este domingo en Sol alguien que confiese no haber votado, porque el mensaje común es la necesidad de implicarse para cambiar las cosas, aunque encontramos a Paco, de 71 años, que asegura que "o he votado porque no me convence ninguno, todos me engañan. Paco es madrileño: "Soy de Chamberí, luché contra el franquismo, también estuve en la cárcel y llevaba mucho tiempo esperando esto. Ahora me siento joven, estoy en mi salsa. Pero lo más importante es que el movimiento tenga continuidad, y que a los políticos y empresarios les duelan sus vergüenzas".