Noruega vive atónita una tragedia que deja al menos 92 muertos
La Policía noruega reconoce que aún hay cuerpos sin recuperar en los edificios gubernamentales de Oslo
La conmoción y el desconcierto se han apoderado de Noruega tras desvelarse que el presunto autor del doble atentado de Oslo y Utøya, con un saldo provisional de 92 muertos, es un "fundamentalista cristiano", "islamófobo" y "ultraderechista".
Más información
- El supuesto autor del tiroteo de Utoya confiesa que los crímenes fueron "atroces pero necesarios"
- Un doble atentado con 92 muertos y dimensión de tragedia nacional sacude Noruega
- El asesino de Utoya quería asesinar a la ex primer ministra noruega, Gro Harlem Brundtland
- Los psiquiatras declaran ''demente'' a Breivik
- El equipo que monitoriza a Breivik en la cárcel cree que no es un demente
- Breivik no reconoce autoridad del tribunal que le juzga por matar a 76 personas en Noruega
- Noruega homenajea a las víctimas en primer aniversario del doble atentado
- El doble atentado de Noruega, en las portadas de los diarios internacionales
- Al menos seis muertos en un tiroteo en una fiesta de cumpleaños en EEUU
- El cuerpo especial de la policía noruega realiza un nuevo operativo en Oslo
Así han caracterizado las fuerzas de seguridad al único detenido hasta el momento en relación con los dos ataques, un noruego de 32 años identificado como Anders Behring Breivik y que se entregó a la policía sin oposición tras perpetrar una masacre en la isla de Utøya. Según las hipótesis que baraja la policía, el arrestado hizo estallar un potente coche bomba en el barrio gubernamental -que mató a siete personas- y marchó de inmediato en coche a la isla, donde se adentró en un campamento de las juventudes socialdemócratas y abatió con un rifle automático a al menos 85 personas, en su mayoría adolescentes. Lo que por el momento es una incógnita, pese a que la policía ha interrogado durante toda la jornada al arrestado, es si éste actuó sólo "o si formaba parte de una red mayor".
"No estamos seguros de que se trate solamente de una persona. Según los testimonios de algunos testigos, pensamos que podría haber más de un tirador", ha explicado un portavoz de la policía, que va a recurrir al análisis balístico para comprobar cuántas armas se emplearon. Además, el portavoz reconoce que los investigadores no saben nada por el momento "sobre los motivos", ya que la comunicación con el arrestado es "difícil". La policía apunta asimismo que la cifra final de fallecidos va a incrementarse, ya que aún hay cuerpos sin vida que no han sido rescatados de los edificios afectados por la explosión de Oslo, y que sigue habiendo al menos cuatro personas dadas por desaparecidas en Utøya.
Mientras se conocen los primeros avances de la investigación, la conmocionada población de Oslo ha participado de forma espontánea en distintos actos de homenaje y depositó flores, velas, fotografías y dedicatorias en memoria de los fallecidos. El primer ministro, Jens Stoltenberg, y el rey Harald IV de Noruega calificaron de tragedia nacional la doble matanza, por la que el país escandinavo guarda un día de luto.
Pese a la destrucción que ha causado la fuerte deflagración en el centro de Oslo, que ha dañado gravemente cuatro edificios, la atención de la mayoría se centra en la masacre del campamento juvenil. El primer ministro del país, el socialdemócrata Stoltenberg, consideró que los hechos de Utøya han sido "la peor tragedia nacional desde la Segunda Guerra Mundial" y ha recordado que él pasó veranos en aquella isla y que conocía personalmente a algunos de los fallecidos. Según los testimonios de varios de los jóvenes, el detenido llegó a la isla por la tarde disfrazado de policía y mandó congregar a los alrededor de 560 jóvenes que acampaban allí junto al puerto con la excusa de revisar la seguridad en el campamento. Entonces, sacó dos armas y comenzó a disparar metódicamente contra la multitud provocando durante más de 45 minutos escenas dantescas con persecuciones histéricas por el bosque y con jóvenes tratando de huir a nado o alcanzar botes neumáticos en las aguas del fiordo.
"La gente caía muerta delante de mí. Vi al hombre armado. Dos personas empezaron a hablarle y dos segundos después estaban muertas. Él llevaba un uniforme negro con bordes rojos. Parecía nazi, con el uniforme que parecía de policía", relata Adrian Pracon, uno de los supervivientes. Varios medios han especulado con la posibilidad de que el arrestado llevase meses, incluso años, planteando este doble atentado, algo que aún no se ha confirmado oficialmente.