La justicia neozelandesa considera ilegal el registro de la mansión de Kim Dtocom

La magistrada del Tribunal Superior de Justicia de Nueva Zelanda ha encontrado irregularidades en las órdenes de registro de la residencia de Kim Dotcom y la copia de datos de su ordenador. Los abogados del Gobierno de Estados unidos estudian un recurso del fallo judicial.

El Alto Tribunal de Nueva Zelanda ha encontrado irregularidades en las órdenes de registro utilizadas para que 70 policías entraran en la mansión de Kim Dotcom, uno de los fundadores de Megaupload.

Kim Schmitz, más conocido como Kim Dotcom, fue uno de los cuatro hombres detenidos el pasado mes de enero como parte de una investigación contra la web Megaupload.com liderada por el FBI, lo que incluyó el cierre de la página. Actualmente se encuentra en libertad bajo fianza en Nueva Zelanda.

Este jueves, la juez del Tribunal Superior de Justicia, Elena Winkelmann, ha fallado que las órdenes de registro de la mansión de Dotcom, cerca de Auckland, eran ilegales, al igual que las acciones promovidas por el FBI para copiar datos del ordenador Dotcom y su envio a Estado Unidos. "Las órdenes no describen adecuadamente los delitos a los que se referían", ha declarado Winkelmann en su fallo. "De hecho se quedaron muy por debajo de eso. Eran órdenes generales, y como tal, no son válidas".

La magistrada ha incidido en que "todos los bienes y copias" incautados en la operación policial en Nueva Zelanda "no pueden salir del país" y ha ordenado a la Fiscalía que devuelva "todas las copias de los discos duros confiscados por la Policía de Nueva Zelanda". Desde Estado Unidos, los abogados del gobierno han declarado que están pensando la posibilidad de recurrir el fallo judicial.

Las autoridades estadounidenses han solicitado la extradición de Kim Schmitz para ser procesado en el país norteamericano por los delitos relacionados con descargas ilegales de contenidos.

A Megaupload se le atribuye haber provocado pérdidas de más de 500 millones de dólares por la copia y distribución de música, películas y otros contenidos protegidos por derechos de autor sin autorización, y de haber obtenido por ello beneficios de 175 millones de dólares. Los abogados de Dotcom alegaron que la compañía simplemente ofrecía un servicio de almacenamiento online.