Internacional

Un tifón deja al menos 350 muertos en Filipinas

Los equipos de rescate buscan a 380 personas en paradero desconocido

Un miembro de los equipos de rescate utiliza una cuerda para cruzar el agua de las inundaciones durante un rescate en New Bataan, en el Valle de Compostela, al sur de Filipinas.EFE/ Francis R. Malasig

El número de personas damnificadas por el tifón 'Bopha' asciende a cinco millones en 26 provincias del país. Un total de 3.170 casas fueron destruidas completamente y los daños, tan solo en el Valle de Compostela, la zona más castigada, se acercan a los cien millones de dólares.

Las autoridades de Filipinas elevan al menos a 350 los muertos causados por el tifón 'Bopha', mientras aparecen más cadáveres entre los escombros a causa del temporal que con fuertes vientos y copiosas lluvias afecta el país desde hace dos días.

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El director ejecutivo del Consejo Nacional para la Prevención y Respuesta de Desastres, Benito Ramos, ha advertido de que esperan que el número de víctimas mortales final "suba porque todavía hay muchos desaparecidos".

Los equipos de rescate tienen registradas 380 personas en paradero desconocido en el sur y centro del país, las regiones afectadas por 'Bopha'. Ramos ha indicado que la prioridad en estos momentos es localizar a los desaparecidos y proporcionar un techo a las personas que lo han perdido todo.

El número de personas damnificadas asciende a cinco millones en 26 provincias del país, de las que 348.392 se encontraban en 541 centros de acogida, según los datos del Consejo Nacional para la Prevención y Respuesta de Desastres, la agencia oficial encargada de coordinar los esfuerzos.

Los supervivientes en la provincia del Valle de Compostela, en el noreste de Mindanao y una de las más afectadas, se lamentan ante los medios locales de la inusitada cantidad de agua que bajó de las montañas y anegó sus casas entre la noche del lunes y el martes por la mañana, cuando 'Bopha' tocó tierra.

La población de Nuevo Bataan, en el Valle de Compostela, se ha convertido en una especie de "zona cero" de esta catástrofe, por la cantidad de personas que han muerto allí (86), por la magnitud del daño sufrido y por la capa de lodo de varios centímetros que cubre la localidad.

Las Fuerzas Armadas cooperan en las operaciones de rescate y asistencia de los damnificados. Un total de 3.170 casas fueron destruidas completamente, muchas de ellas los típicos chamizos de la Filipinas rural, otras 3.862 viviendas resultaron parcialmente dañadas. Los daños a las infraestructuras y la agricultura serán cuantiosos, tan solo en el Valle de Compostela se acercarán a los cien millones de dólares, según los cálculos preliminares del gobernador del territorio, Arthur Uy.

El Gobierno de Filipinas se había preparado para la llegada de 'Pablo', el nombre local que le han dado los filipinos a este tifón, la decimosexta tormenta del año, con la reubicación de las personas en zonas de riesgo y la suspensión de las clases, entre otras medidas.

Aún así, los vientos huracanados, con ráfagas de hasta 210 kilómetros por hora cuando entró en el país, y las copiosas lluvias que le acompañaban han superado todas las expectativas. El año pasado ocurrió algo parecido con 'Washi' en Filipinas, que visitó inesperadamente al archipiélago una semana antes de Navidad y mató a unas 1.200 personas.

 
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