Adou ya tiene permiso de residencia en España
Tal y como adeñantó esta mañana la Cadena SER, los técnicos de menores de Ceuta han formalizado hoy el trámite de extranjería por el que el niño tiene desde hoy permiso de residencia por circunstancias excepcionales
Madrid
Con el pago de las tasas, fotografías y el pasaporte original que ya traía el niño, hoy Adou ha cumplimentado en la Jefatura de Extranjería de la Delegación del Gobierno de Ceuta su petición de permiso de residencia legal en España. Le ha sido concedido un permiso temporal, de 1 año y renovable, recogido en el artículo 31.3 de la ley de extranjería que describe las circunstancias excepcionales por las que se podrá otorgar la residencia en España.
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Ha sido un procedimiento muy rápido gracias a las gestiones de los técnicos de la ciudad autónoma y a la colaboración de la Delegación del Gobierno. Con el resguardo que le ha sido entregado a primera hora de la mañana, al cumplir con todos los trámites necesarios , en la práctica tiene ya el permiso de residencia aunque el NIE, el Número de Identificación de Extranjero, el particular DNI de los inmigrantes residentes en España, tardará aún unos días en tenerlo. “Es un caso insólito, nunca vi que se documente tan rápido a un menor extranjero” apunta a la Ser un letrado que trabaja en este ámbito hace más de 20 años.
Según fuentes conocedoras del expediente, la oficina de extranjería de la Delegación del Gobierno se ha mostrado dispuesta desde el inicio a documentar al pequeño marfileño conocido ya internacionalmente como “el niño de la maleta” tras ser encontrado en un troley en la frontera del Tarajal hace menos de dos semanas, el pasado 7 de mayo cuando su imagen aparecía en la pantalla del escáner de equipajes del puesto fronterizo controlado por la Guardia Civil.
“Al no haber asumido la tutela la ciudad autónoma, porque no lo declaró en desamparo al estar su familia en España residiendo legalmente, este permiso de residencia por circunstancias excepcionales es la única vía que queda para que el niño pueda ser documentado” explica a la Ser una experta en menores y extranjería habituada a llevar a cabo estos trámites.
“ Se la da la paradoja de que si al niño no lo llegan a encontrar en la maleta los padres lo tendrían que haber dejado oculto 2 años para poder acceder a la documentación, porque la ley obliga a los padres a tenerlo en situación irregular como se puede comprobar en el artículo 186 del reglamento de extranjería que dice que los menores no nacidos en España hijos de extranjeros residentes en España podrán obtener autorización de residencia cuando se acredite su permanencia en España durante un mínimo de 2 años y que sus padres cumplan los requisitos para acceder al derecho de la reagrupación familiar, es decir habría tenido tarjeta sanitaria o derecho a ser escolarizado pero sería un niño sin documentación legal en España y de estos casos hay cientos y cientos , sobre todo latinoamericanos porque entran sin visado en nuestro país y los padres en lugar de esperar al trámite de la reagrupación se los traen así” denuncia esta experta.
En dos semanas podría irse con su madre
“En dos semanas estarán ya los resultados de las pruebas de ADN y lo normal es que hasta que no se tenga los resultados no creo que permita entregarle a su madre al pequeño” apuntan desde la ciudad autónoma de cuyos servicios de menores depende la decisión de entregárselo a la madre, y “hasta entonces tampoco parece probable que por otro lado la jueza pueda decretar, si así lo decide, la libertad provisional del padre” aseguran fuentes jurídicas de la ciudad autónoma.
Mientras el pequeño continúa integrándose con sus compañeros del centro de menores en el que se encuentra y en el que los técnicos destacan su simpatía y sus ganas de aprender alguna palabra en castellano” hasta nos ha corregido, todos le llamábamos Abou pero nos dijo que lo estábamos pronunciando mal, que se llama Adou” señalan.
En 2013 se concedieron en España sólo 22.000 permisos por reagrupación familiar
A 31 de diciembre de 2013 residían en España 4.943.627 extranjeros con permiso de residencia y de todos ellos sólo 22051 llegaron a través de la vía de la reagrupación familiar “lo que demuestra las enormes dificultades que tienen los trabajadores extranjeros para traer a su familia, ni mucho menos es una vía de entrada masiva de personas a España” denuncia un experto jurista acostumbrado a recurrir las denegaciones que “ un día sí y otro también emiten las respectivas Delegaciones de Gobierno “ afirma.
Por ejemplo, de los más de 800.000 residentes marroquíes legales en España, la nacionalidad de extracomunitarios más numerosa en nuestro país, sólo 6000 consiguieron reagrupar a sus familiares ese año, lo que “demuestra la dificultad de los residentes extranjeros para poder traer a sus cónyuges e hijos” denuncia otra experta.
Son datos de un documento de la Secretaría General de Inmigración y Emigración en el que se observan los visados expedidos por todos los consulados españoles en el extranjero a 31 de diciembre de 2013. En esas estadísticas cabe destacar como hubo sólo 42 casos de reagrupación familiar de ese año que correspondían a nacionales de Costa de Marfil, el país de origen de la familia de Adou, frente a los más de 6000 de Marruecos.
163.000 reagrupados familiares
En total, a 31 de diciembre de 2014, que es el último dato oficial publicado por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social, hay 163.714 residentes temporales que han accedido al permiso por la vía de reagrupación familiar, que recordemos, está vinculada al familiar al extranjero que trabaja en España.
Esto supone el 34,12% del total de extranjeros con residencia temporal en 2014. Estas 163000 personas han llegado en los últimos 4 años, porque normalmente al 5º año de residencia ya pueden acceder al permiso permanente. En todo caso, la mayoría de reagrupados son latinos y para estas nacionalidades los procedimientos son más cortos.
Hay que destacar que en el caso de los extranjeros con autorización de residencia por reagrupación familiar, en 2014 se produjo descenso del 12,47%, es decir fueron 23.328 reagrupados menos que en 2013.