“¿Cuántos niños más tienen que ser asesinados para que el Gobierno actúe?”

Madrid

Hace solo unas semanas el Gobierno español zanjó el caso de Ángela. Ni repararían su dolor, ni la indemnizarían, tal y como le exigió la ONU, a través del dictamen del Comité CEDAW.

Así de claro se mostró el ejecutivo español, a través del Ministro de Justicia, amparándose en un informe del Consejo de Estado donde se aclaró que las resoluciones de la ONU no son vinculantes, por eso el Gobierno ha decidido desobedecer este dictamen internacional.

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Esa actitud, y esa indiferencia, es la que ha llevado a Ángela González Carreño a romper su silencio. No había hablado desde que hace un año, Naciones Unidas dictase una histórica condena contra el Estado español por actuar de forma negligente al desproteger a esta madre y a su hija Andrea que acabó asesinada por su padre durante un régimen de visitas sin supervisión, tras las 48 denuncias que había presentado contra su pareja.

Muy dolida, y profundamente indignada, Ángela González se pregunta, "¿cuántos niños más tienen que ser asesinados para el Gobierno haga algo para evitarlo?”, y añade que “hasta que no entiendan que esta actitud negligente [del estado], nuestros hijos seguirán siendo asesinados”, según lamenta en un videocomunicado difundido por Women’s Link, la ONG que llevó el caso ante la ONU.

Ante la pasavidad del Gobierno, Ángela cree que “si la justicia [española] desoye a la ONU, ¿cómo va a escuchar las voces de las madres que nos asesinan a nuestras hijos e hijas?”.

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A pesar de todo, Ángela González Carreño no tira la toalla, recurrirá ante la Audiencia Nacional la decisión del Gobierno de no acatar la condena de la ONU.